El día después de conocerse el comunicado de la Fiscalía, se supo que Jorge Mangeri negó ante otros reclusos haber sido el asesino de la menor Angeles Rawson. Su familia y entorno siguen creyendo en su inocencia.
El portero Jorge Néstor Mangeri, sospechado de matar y deshacerse del cuerpo de la adolescente Angeles Rawson, pasa sus horas en la cárcel de Ezeiza en un pabellón denominado para "presos mediáticos", donde son alojados internos acusados en causas con repercusión pública. "Se la pasa llorando, está muy triste", dijo uno de sus compañeros. No es todo, porque se afirma que ante sus once compañeros reafirmó su inocencia. "No tengo nada que ver en esto", les dijo a los otros reclusos.

El lunes, la fiscal Paula Asaro difundió un comunicado donde, entre diversas cuestiones que revelaron sus sospechas en torno a la autoría de Mangeri en el crimen, se afirmó que el portero, a las 5.15 de la madrugada del sábado, confesó su autoría: "soy responsable de lo de Ravignani 2360", indicó el hombre de acuerdo a la instructora del caso.

Durante la jornada de ayer, desde muy temprano, los familiares de Mangeri volvieron a mostrar sus dudas respecto al rumbo de la pesquisa, en respaldo del portero. La esposa incluso fue a la fiscalía, en horas de la tarde.

Mientras tanto, Mangeri se encuentra en el Nódulo 1 del complejo penitenciario de Ezeiza, desde donde un interno contó algunas cuestiones vinculadas al caso. "Está muy golpeado, es verdad. Este es un proceso duro, se lo ve abatido, muy deprimido", contó un preso, en un reportaje realizado por el abogado y periodista Héctor Yemmy, a través de internet.

"El portero está en un pabellón para presos mediáticos. Acá le decimos así, porque es toda gente de casos famosos. Lo que dijo el hombre es que no tiene nada que ver con el crimen, que está injustamente detenido. En el pabellón hay doce personas en total", señaló el interno, quien además sostuvo que "la justicia te mete en cualquier cosa, se escuchan relatos de causas que son tremendos".

Angeles (16) fue encontrada asesinada hace una semana en un predio de la CEAMSE de José León Suárez, con dos vueltas de hilo sisal enrollado en el cuello y su cabeza cubierta con una bolsa de supermercado.

La adolescente había desaparecido la mañana del lunes, luego de haber concurrido a su clase de educación física a un predio deportivo, casualmente de la CEAMSE pero de Colegiales.

Cámaras de seguridad, tanto municipales como de edificios linderos, registraron el paso de la joven hasta que llegó al edificio en el cual vivía con su familia, donde debía cambiarse, almorzar y concurrir al colegio secundario Virgen del Valle. Pero los pesquisas determinaron que de allí no había vuelto a salir, por lo que centraron sus investigaciones en las personas que viven dentro del edificio.

El encargado de ese edificio quedó detenido el sábado por la madrugada cuando al declarar como testigo ante la fiscal Asaro, y luego de una serie de contradicciones, Mangeri se quebró y le manifestó: "Soy el responsable de lo de Ravignani 2360; fui yo".

Tanto Mangeri ante la fiscal, como su familia ante la prensa, denunciaron que el portero fue víctima de un "apriete" y sufrió "apremios ilegales" por parte de policías.

El lunes se informó oficialmente en un comunicado de la Procuración General de la Nación que tras una revisión médica, se determinó que las lesiones que presentaba el portero eran compatibles con la defensa de la víctima frente al ataque y con el intento posterior de borrar esas huellas en su cuerpo por parte del imputado. Según la fiscal, Mangeri "habría causado la muerte de Angeles Rawson horas después de haberla interceptado en el interior del hall del edificio sito en Ravignani 2360, PB, en momentos en que regresaba de una clase de gimnasia a las 09.50 aproximadamente". i

Las uñas guardan datos importantes

La fiscal Paula Asaro, cuya pesquisa apunta a la responsabilidad del portero en el homicidio de Angeles, aguarda resultados de los estudios de ADN a las uñas de la víctima, para determinar si llegó a arañar y quedarse con el patrón genético de su asesino en un intento de defensa, tal como sospecha, de acuerdo a las heridas que presenta el trabajador.

La representante del Ministerio Público cree que el portero intentó tapar esas heridas con autolesiones, denunciando ante su familia aprietes, secuestro y golpizas por parte de efectivos policiales. La fiscal espera encontrar ADN de la víctima en algún elemento o sitio que comprometa al imputado, como los cabellos y manchas que fueron levantadas en el sótano del edificio o en el auto Renault Megane de Mangeri. "Los médicos que revisaron a Mangeri refirieron que las lesiones que dijo haber sufrido antes de su detención por supuestos apremios ilegales, se corresponden en realidad con heridas que podrían haber sido realizadas por la víctima".






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