Boca, con la compra del 50 por ciento del pase del delantero
Emanuel Gigliotti en 1.500.000 dólares (unos 12 millones de los nuestros si los cotizamos a valor blue) es el que le hace sombra, mientras el resto regatea como en un mercado persa, busca hacer alguna ingeniería financiera para complacer al técnico que reclama refuerzos o espera
la bendición de una transferencia millonaria al exterior que, por claras razones, suena más a ganarse la lotería que a posibilidad cierta.
¿Por qué les cuesta tanto a los clubes incorporar las figuras que desean? Las razones forman un amplio abanico:
1)
"Los jugadores tienen un orden de prioridades. Primero esperan una oferta del exterior y después, si no aparece nada, firman con un club de acá", sintetizó el representante futbolístico Ricardo Schlieper. La razón es obvia: en el exterior cobran en dólares, acá en pesos y con el riesgo de que un contrato por varios años termina devaluado en el largo plazo. Además, en cualquier club de
Chile o Paraguay de mediana estatura les ofrecen mucho más que en
Argentina. Ni hablar de
México, donde pagan fortunas.
2) Vinculado con lo anterior, ahora los futbolistas más codiciados piden 'lo máximo'. Es que
todavía quedan tres semanas para el cierre del mercado de pases en el fútbol argentino y todavía más en el exterior. Cuando el tiempo apremia y no sale nada de afuera, entonces sí rebajan considerablemente sus pretensiones.
Es el libre juego de la oferta y la demanda.3) Los futbolistas extranjeros dudan mucho en venir al fútbol argentino y la razón también es económica:
las dificultades para ahorrar en dólares o directamente enviarlos a su país de origen.
4) El tema impositivo:
se acabó 'la fiesta' y la AFIP está encima de todas las operaciones. Para evitar triangulaciones, evasión fiscal y lavado de dinero a través de los pases. Además antes los clubes afrontaban sin chistar el pago del 33 por ciento de impuesto a las ganancias en las transferencias y los contratos. Ahora no pueden y tampoco los futbolistas se quieren hacer cargo.
5) Los clubes tienen ingresos en pesos, pero
los futbolistas quieren contratos que tengan al dólar como referencia. Y en muchos casos piden que sea el valor blue o del mercado marginal. Los dirigentes ya lo rechazan de plano, salvo que estén muy desesperados por contratar jugadores.
Pegó primeroComo quedó dicho, la billetera de San Lorenzo mató a todos.
Compró el 50 por ciento de Cauteruccio (9.000.000),
el 75 de Emanuel Más (8.000.000),
el 50 de Elizari (5.000.000),
el 50 de Fontanini (5.000.000) y
el 30 por ciento de Cristian Alvarez (3.000.000). Es decir 30 millones de pesos en total (35 cuando cierre a Cavallaro)
, unos 6 millones de dólares a precio oficial.
Hubo otros incorporaciones rutilantes, pero sin pagar transferencia porque el jugador llega con el pase propio. Son los casos del
Cata Díaz a Boca, Mauro Zárate a Vélez o
Leandro Somoza a Lanús, por citar los más conocidos. Así llegará
Jonathan Fabbro a River, que en cambio para sumar al delantero colombiano Teo Gutiérrez tendrá que gatillar al menos un par de millones de dólares.