El entusiasmo por adoptar un gatito de pocos meses no es bueno. Antes de hacerlo es conveniente considerar algunos aspectos de la vida cotidiana y del animal, ya que como todo ser vivo merece respeto y que no se lo considere un juguete. Si nunca se convivió con un gato, hay muchas cosas que hay que tener en cuenta. Fundamentalmente, que no es lo mismo que un perro pequeño.
Cuando un gatito pequeño llega a casa, lo primero que hay que hacer es entenderlo y aprender a comunicarse con él. Como todo animal de compañía requiere mucha atención, cuidados y mantenimiento. Esto significa que hay que disponer de tiempo para alimentarlo, llevarlo al veterinario, peinarlo, jugar y convivir con él como un integrante más del hogar. Por eso es fundamental que todos los miembros de la familia estén de acuerdo en su adopción, para que sea considerado realmente uno más en la casa.

Si se tomó la decisión, hay varias opciones para conseguir al que será uno de los mejores amigos y compañeros. Se puede adoptar en algún refugio para animales, en una clínica veterinaria, o que lo regale algún amigo, en estos casos generalmente no será de raza. La otra opción es comprarlo en un comercio legal o veterinaria autorizada para tal fin, a algún criador, si es un gato de raza, pidiendo referencias y el consejo del veterinario de confianza.

También se puede optar por un gatito bebé o por un gato adulto. En el caso de preferir un gatito de pocos meses, se podrá disfrutar de una etapa maravillosa de su vida, pero también habrá que asumir la responsabilidad de educarlo. Esto es muy importante para una buena convivencia a futuro.

En el caso de preferir adoptar a un gato adulto, a pesar de perder la etapa divertida y tierna de los primeros meses de su vida, también tiene sus ventajas, ya que no son tan inquietos como los pequeños y suelen tener los conocimientos básicos aprendidos, sobre todo si han convivido en una casa con otro propietario, aunque también habrá que educarlo a las costumbres de su nuevo hogar. Es una buena opción, ya que muchos de ellos se merecen otra oportunidad para que los vuelvan a querer.

Preparativos básicos
Antes de llevar el gatito a la casa, hay que hacer algunos preparativos básicos para que su estadía resulte confortable.

Hay que disponer de una bandeja para que haga sus necesidades. Existen distintos modelos y tamaños. Lo ideal es que sea lo suficientemente grande como para que el gato entre cómodamente. Las bandejas que son cerradas tienen una puerta por la que entra el gato, y evita que salga la arena de la caja y así controla más los olores. Aunque la contra es que el gato tiene que acostumbrarse a la puerta y no todos la aceptan.

También hay que procurarse arena absorbente o piedritas, que se consiguen en varios tipos especiales para los felinos. Las mejores suelen ser las aglomerantes, que forma terrones compactos cuando se mojan.

Uno de los elementos fundamentales para los gatos son los rascadores. Si se lo educa desde pequeño, será su lugar preferido para afilarse las uñas y lo mantendrá alejado de los sillones, camas y otros muebles, favoreciendo así una convivencia feliz.

Los juguetes también forman parte de su vida y de la educación. Hay multitud de modelos de juguetes para gatos. Desde los simples ratones o muñecos, hasta los más sofisticados plumeros o cañas. Es importante saber que no es conveniente utilizar las manos para jugar con un gato, ya que éste debe aprender que las manos son para acariciar y no para jugar. De esta forma se evitará que una conducta que puede resultar graciosa cuando son pequeños, como los mordisquitos cariñosos, se convierta en un verdadero problema cuando son adultos, y muerdan o arañen sin medida con sus dientes y uñas de gato adulto.

Otro de los objetos que hay que tener es un peine para cepillarlo, aunque no siempre es fácil, hay que acostumbrarlos desde pequeños a que es un momento de placer, tanto para el dueño como para él, en ningún caso debe ser una lucha. Hay que cepillar su pelaje a contrapelo y con suavidad, para eliminar los pelos muertos. En los gatos de pelo corto, será suficiente un cepillado una vez a la semana, pero en los de pelo largo o semilargo, la frecuencia deberá ser mayor, incluso a diario durante la época de muda.

TIPS
-Cuando los perros emiten señales tales como posturas agresivas, gruñidos, cola levantada y atención intensa hacia un perro contrario, significa que se avecina una pelea y hay que estar atentos para evitarla.

¿Cómo se expresan ellos?
-El lenguaje canino se basa en ladridos y actitudes corporales. Todos utilizan gestos comunes para comunicarse, aunque las características de cada raza influyen en su expresión.

Que no coman juntos
-Cuando dos gatos conviven en la casa no es conveniente que coman juntos. Cada uno debe tener su plato. Así, se evita que se propinen zarpazos y mordiscos para disputarse la comida.

Una alimentación adecuada para cada edad del gato
La alimentación del gato es fundamental. Hay que tener en cuenta que no debe comer el mismo alimento durante toda su vida. Lo más indicado es proporcionarle un alimento seco, y no mezclarlo con ninguna otra comida, ya que están formulados y balanceados para cubrir las necesidades nutricionales del animal.

Cuando tienen menos de cuatro meses conviene darle una comida para gatitos de primera edad, elaborada con una croqueta adaptada a sus minúsculos dientes. De los cuatro a los doce meses se encuentran en su segunda etapa de crecimiento, y la composición del alimento debe estar adaptada a esta fase, así como el tamaño de la croqueta. A partir del año, deben comer un alimento para gatos adultos. Hay que tener en cuenta que siempre compensa proporcionarles un producto de alta gama, que se pueda comprar fácilmente en comercios especializados o en la veterinaria. La indicación del veterinario de confianza es fundamental para suministrarle la alimentación adecuada.

Con relación a los comederos y bebederos, los gatos prefieren los de porcelana o de cristal a los de plástico, porque éstos se pueden impregnar de olores, algo que los gatos detestan. Es recomendable poner, al menos, dos bebederos en distintas partes de la casa para evitar que nunca les falte el agua, algo fundamental para su supervivencia.

En cuanto a la cama, no hay que preocuparse demasiado, ya que a diferencia del perro, el gato no utilizará con frecuencia la canasta que se le compre con ese fin. Más bien preferirán el sofá, la cama de su dueño, un armario que les resulte confortable o algún sitio insólito de la casa donde se le ocurra dormir.

Por último conviene saber que cuando el gato se asea, ingiere gran cantidad de pelo. Por eso, hay que proporcionarles un alimento específico para evitar la formación de "bolas de pelo", un problema que pueden llegar a producirles una obstrucción intestinal, y sobre el que habrá que seguir la indicación de un profesional.

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