Los domingos el programa comenzará a las 13, mientras que la gala de los sábados será a las 22. Según contó la Chiqui, la reunión con el gerente de programación del Trece, Adrián Suar, fue muy positiva y le dejó en claro que lo único que quiere es libertad para elegir sus invitados. "Me reuní con Adrián Suar y me prometió que tendré libertad para poder sentar en la mesa a quien quiera, lo que me aportó seguridad para comenzar con este nuevo ciclo", dijo. Y aclaró: "No voy a hablar de un último año, porque desde hace 20 años que hablo de retirarme y lo cierto es que sigo con muchas ganas".
Ya lejos de América, Mirtha recordó que no fue un año fácil el que le tocó pasar. Es que muchas veces le costó poder armar su mesa producto de algunos invitados que fueron bajados a último momento, entre ellos el propio Adrián Suar. "Aquí tengo la posibilidad de invitar a mucha más gente, en América estaba un poco más restringida la cosa para los invitados, porque viste que los canales se odian, se detestan entre ellos, no se quieren. Es terrible. He tenido algunos disgustos con las exclusividades", contó filosa.
Esas peleas, esas discusiones, sin dudas fueron determinantes a la hora de tomar una decisión que no resultó sencilla. Para Mirtha, América era su casa. Pero tal cual lo repitió más de una vez, lo que necesita ahora es tranquilidad y poder disfrutar de su vida y su trabajo. "Yo soy grande y quiero ser feliz en los años que me quedan de trabajo y de vida. No quiero que nada me perturbe ni me haga daño, lo quiero hacer contenta y tranquila. Para hacer televisión hay que ser valiente".
Sin dudas, uno de los temas más polémicos -y que levantarán varias opiniones- es el comportamiento de Mirtha delante de las cámaras. En épocas donde las opiniones cuestan mucho, la diva se pasó al Grupo Clarín y ella sabe que sin dudas será observada mucho más que antes.
"Que no crea la gente que porque me pasó a El Trece que voy a elogiar todo el tiempo a Clarín y a las cosas que rodean al canal, ni a la Corpo como le dicen los opositores. Yo ya estoy grande. ¿Qué me van a hacer? ¿Me van a prohibir, me van a amenazar, me van a levantar el programar? no creo. Yo quiero trabajar en libertad. Una de las primeras cosas que le dije a Suar es que yo quería libertad para invitar todo tipo de gente. Me aseguró que así va a ser. Y confío en su palabra", aseguró.
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