Según reporta el diario El Universal, el premio Nobel de Literatura 1982 “estaba fichado”, es decir, poseía un historial en los archivos de la inteligencia gubernamental mexicana.

El escritor colombiano Gabriel García Márquez, fallecido ayer en la capital azteca, donde se radicó por más de medio siglo, fue tiempo atrás objeto de espionaje de parte de agentes de la Seguridad del Estado mexicano

Según reporta el diario El Universal, el mismo que divulgó hace unos días que el cáncer había reaparecido en su organismo, dio a conocer que el premio Nobel de Literatura 1982 "estaba fichado", es decir, poseía un historial en los archivos de la inteligencia gubernamental mexicana

El expediente del autor de "El coronel no tiene quien le escriba" está ubicado en el Archivo General de la Nación y fue revisado por el matutino

Uno de los primeros antecedentes del espionaje a García Márquez data de noviembre de 1976, cuando Gabo participó como delegado colombiano en el II Congreso Latinoamericano de Escritores, celebrado en la capital y las ciudades de Guanajuato y Guadalajara

Pero fue en los agitados años 70 cuando las actividades del periodista y escritor fueron seguidas muy de cerca, bajo los gobiernos de Luis Echeverría (1970-1976) y de José López Portillo (1976-1982)

Las actividades de Gabo como intermediario entre militantes de la izquierda latinoamericana y el equipo de Francois Miterrand, cuando se preparaba para asumir el poder en mayo de 1981, fueron especialmente monitoreadas por los "topos" mexicanos

A los 007 mexicanos les interesaban sobre todo los contactos entre el colombiano y el filósofo francés Regis Debray, asesor diplomático de Miterrand

"El escritor colombiano ha estado organizando la lista de intelectuales para la reunión que piensan efectuar con el presidente francés en la ciudad de México y a la que asistirán intelectuales mexicanos y extranjeros", precisa un documento fechado en octubre de 1981 de la Dirección Federal de Seguridad, el principal organismo de inteligencia gubernamental

El informe indica que García Márquez no había invitado a esta reunión a intelectuales mexicanos porque "se está cuidando mucho de que no se supiera, ya que piensa que habría problemas por ser él extranjero'

 Miterrand se preparaba para ir a la cumbre Norte-Sur en Cancún y "la izquierda latinoamericana buscaba influir en él para que apoyara diversas causas, en especial para que Francia continuara siendo favorable a la lucha del guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de El Salvador

 Según el documento, el gobierno colombiano en ese entonces había criticado al Partido Comunista de Francia por su "intervención subversiva"  en América Latina, reflejado en un supuesto apoyo a un paro cívico colombiano y en torno al tema de la guerra civil en El Salvador

El diario refiere que antes de la llegada de Miterrand, la casa de García Márquez era un caldero en ebullición y "parecía un pequeño y discreto consulado en donde entraban y salían militantes de partidos de izquierda sudamericanos, funcionarios del gobierno cubano, figuras de la izquierda mexicana y activistas colombianos'

 Los James Bond mexicanos inclusive tomaron fotos de esta actividad desde una casa vecina a la de García Márquez, dice el informe, o desde algún vehículo estacionado

"Los agentes de la DFS tomaron imágenes de los invitados cuando llegaban o salían de la casa del escritor para abordar sus automóviles", agrega

Los agentes mexicanos informaron que la casa de Gabo fue escenario de reuniones privadas entre Regis Debray y dirigentes de partidos comunistas de México y Chile

Sin embargo, los agentes no pudieron conocer el contenido de esas pláticas pues no tenían un infiltrado dentro del círculo íntimo de los participantes

El matutino indica que durante una buena época García Márquez fue espiado principalmente en sus "actividades extra literarias" sobre todo como intermediario ante el gobierno cubano, entre grupos insurgentes y como director de la Fundación Habeas.       

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