La población en España bajó en 2013 por segundo año consecutivo hasta los 46,7 millones de personas, debido a la marcha de numerosos residentes extranjeros de este país, golpeado por la crisis, según estadísticas oficiales publicadas este martes.
A primero de enero de 2014, el padrón municipal tenía recensados en el país 46.725.164 habitantes, lo que supone 404.619 menos (-0,9%) que hace un año, según las cifras provisionales del Instituto Nacional de Estadística (Ine).
Aunque el número de residentes españoles ha aumentado ligeramente, un 0,3%, hasta los 41,7 millones, el de extranjeros bajó un 9,8% hasta los 5 millones.
Entre ellos, los originarios de la Unión Europea han sido particularmente numerosos en abandonar el país, con una bajada del 13,3% hasta 2 millones.
La principal comunidad extranjera en España, los rumanos, han visto reducirse su población un 8,6% hasta los 795.500, pero los británicos (-22,8% hasta los 297.300), los alemanes (-23,6% hasta los 138.900), los portugueses (-15,3% hasta los 109.400) y los franceses (-12,7% hasta los 102.900) son los que más han reducido su número.
España también ha visto marcharse a muchos sudamericanos, tradicionales inmigrantes en este país: los ecuatorianos se han situado en las 218.200 personas (-17,2%), los colombianos son 181.100 (-18,6%) y los peruanos 89.900 (-18,3%).
Entre las principales nacionalidades presentes en España, únicamente la comunidad china ha aumentado su número en 2013 al subir un 2% y situarse en las 185.250 personas.
La cuarta economía de la zona euro, que atrajo a mucha inmigración en el momento de su boom económico, se ha visto doblemente golpeada en 2008 por el estallido de la burbuja inmobiliaria y el comienzo de la crisis financiera internacional.
Desde entonces, ha sufrido dos recesiones en cinco años y tiene una tasa de desempleo muy elevado (26,03%), mientras que las políticas de austeridad del gobierno conservador han reducido, e incluso suprimido, muchas ayudas públicas.
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