Forjado en las zambas y chacareras que matizaban las jornadas de trabajo en el campo, un encargado de edificio revive con su voz, su guitarra y en las peñas folklóricas, un sentir que la ciudad no pudo cambiarle
Los habitantes del edificio de la calle Yerbal al 2300, a metros de Caracas, saben que el encargado Omar Chávez es hombre ligado de cuerpo y alma al folklore, al punto que combina ese oficio que arranca cada madrugada con baldes, manguera y trapos con una pasión que expresa acompañado por su guitarra en distintas peñas de la ciudad y del Gran Buenos Aires.

A pesar de trabajar desde hace 28 años en esa portería, la esencia de Chávez se ensambla con la de sus orígenes en el campo, en Patricios, un pueblo rural del partido de 9 de Julio, en el que nació hace 57 años y donde todavía reside su madre nonagenaria.

En la casa natal la mamá, Julia Visitación Fresedo de Chávez, supo criar nueve hijos y hoy atesora como una reliquia la distinción recibida por el benjamín de la familia, Omar, en una aventura folkórica que el ahora portero encaró a fines de los 80 en Cosquín para abrir un camino artístico.

"Mi padre se hizo cargo de un tambo en un campo situado a unos cinco kilómetros de Patricios y allí viví toda mi niñez, de la que me acuerdo las madrugadas en el tambo con el farol de noche y una vieja radio eléctrica en la que escuchábamos los programas de folklore de Radio Nacional", apuntó Chávez a HISTORIAS DE VIDA.

Una gran inundación que anegó la zona por 1972 aceleró los tiempos para que Omar tomara el camino que sus hermanos mayores habían emprendido hacia la Capital Federal, que lo recibió junto a su guitarra, dos años más tarde.

"Entré a trabajar en un laboratorio de Flores y para sumar algunos pesos más también hacía algunas changas", contó Chávez , quien tuvo un primer matrimonio que no prosperó pero que le legó a su primogénito, Matías, hoy de 26 años, heredero del perfil musical del padre aunque, en su caso, dominado por el rock.

Por las peñas

Fue en las peñas folklóricas donde Omar buscó mantener vivas sus raíces artísticas y en las que encontró un nuevo escenario en su vida: Verónica, una profesora de folklore, como no podía ser de otra manera, se ganó su corazón y se convirtió en la madre de sus otros dos hijos, Máximo y Pilar, de 11 y 6 años, respectivamente.

La experiencia mencionada de Cosquín nació cuando junto con un amigo invirtieron lo que habían ganado en un changa como pintores para ir a aquella ciudad, en plena época del festival folklórico, donde se presentaron en cuanta peña pudieron.

"Nos escuchaban y nos invitaban para la noche siguiente en horario central y hasta la municipalidad -dijo- nos dio una distinción", la que hoy conserva su madre en Patricios.

La verdad es que mal no le fue porque terminó entablando contacto con Daniel Altamirano, Nery Lucero y Carlos Torres Vila y hasta fue soporte de Los Fronterizos.

Si bien las peñas marcan su destino, Chávez no descuida su trabajo en la portería en la cual, afirmó, "hay que saber de todo". Ese darse maña le valió para con ingenio y fuerza física idear un sistema con baldes y sogas para llevar agua a los departamentos de los pisos altos habitados por gente mayor durante los veinte días en que hubo corte de luz el verano pasado. Más allá de esto, los vecinos definen a Chávez como un portero a todas luces distinto por su condición de laburante que logra revivir su esencia folklórica toda vez que con su guitarra, se extiende en zambas y chacareras con las que también "pasa el trapo".

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2021-110619619-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados