Tener una mascota implica una responsabilidad y, fundamentalmente, el cuidado de su salud. Una de las enfermedades más comunes es la neumonía, que se trata de la inflamación de los pulmones y bronquios y es más común en perros menores de un año. En general, esta enfermedad es causada por infecciones bacterianas, virales, fúngicas o parasitarias.
Adoptar un perro es una responsabilidad que también implica estar atentos a cualquier problema de salud que pudiera sufrir la mascota, ya que está expuesta a sufrir distintos problemas de salud. Una de las enfermedades más comunes en los caninos es la neumonía. Se trata de la inflamación de los pulmones y bronquios. Esta infección es más común en perros menores de un año de edad. Si no se trata inmediatamente, la neumonía puede ser mortal.

Entre los síntomas más habituales de la enfermedad, se puede observar tos, y otras señales tales como secreción nasal, dificultad para respirar, sibilancias, respiración profunda y rápida, fiebre, deshidratación, pérdida de apetito, comportamiento letárgico, pérdida de peso y taquicardia, que es el aumento del ritmo cardíaco.

También en los labios del perro puede haber un abultamiento hacia afuera mientras respira. Cuando los pulmones se llenan de líquido, el suministro de oxígeno al cuerpo se reduce. Esto es indicado por la lengua, los labios y las encías del perro, que comienzan a tornarse azuladas o grises, y es una condición llamada cianosis, lo que indica una disminución peligrosa en la cantidad de sangre oxigenada en el cuerpo.

La neumonía, en general, es causada por infecciones bacterianas, virales, fúngicas o parasitarias. En el caso de los perros, la neumonía es principalmente debido a la infección bacteriana. La inhalación es generalmente la ruta de entrada para los patógenos. Algunas de las principales causas de neumonía en los perros son la inmunosupresión o eficiencia reducida del sistema inmunitario; la discinesia o reducido o ningún control sobre los movimientos voluntarios; la reducción del aclaramiento de desechos respiratorias, desnutrición; aspiración (inhalación) del contenido gástrico durante el reflujo ácido y la infección bacteriana.

Algunas razas de perros como perros de caza, perros deportivos, perros de trabajo y algunas razas mezcladas son más vulnerables a la neumonía. Los perros adultos sanos es poco probable que la contraigan, en cambio los cachorros o perros de edad, ambos de los cuales tienen un sistema inmune débil, suelen ser las víctimas.

Cuando se detecten alguno de los síntomas de neumonía en el perro, lo mejor es consultar en forma inmediata al veterinario. El profesional realizará un examen físico cuidadoso del perro, especialmente centrado en los pulmones y el corazón. Cuando el perro toma una respiración profunda, los sonidos anormales sibilancias y estertores de los pulmones se escuchan a través de un estetoscopio. La historia médica del perro cubre cualquier enfermedad previa, el apetito, la actividad o intolerancia al ejercicio, pérdida de peso, tos y la exposición ambiental a polvo, vapores y humo, y la respuesta a la terapia. Para el diagnóstico preciso de la neumonía en los perros, se pueden solicitar algunos estudios como hemograma, radiografía de tórax, citología de las vías respiratorias y la citología de lavado traqueal entre otros. Algunas otras pruebas como la prueba del parásito del corazón y la broncoscopia también se realizan para diagnosticar la neumonía en los perros.

La neumonía le causa al animal dificultad para respirar. En algunos casos graves es necesaria la hospitalización para controlarlo y suministrarle líquidos intravenosos, oxígeno, antibióticos y otros cuidados de apoyo. Los perros son tratados con antibióticos por lo menos durante tres semanas, oxígeno humidificado y percusión del tórax para aflojar y remover las secreciones. Los antibióticos generalmente tienen un excelente efecto.

Si la enfermedad es causada por algún agente no microbiano, tales como reflujo ácido, esta cuestión debe ser tratado con el fin de evitar una recaída. La neumonía puede ser un problema progresivo de salud, grave en los perros y, por lo tanto, no debe ser descuidado. El veterinario deberá dar las indicaciones del tratamiento a seguir, según la historia clínica del perro.

TIPS
-Si el perro sufre de sequedad nasal, conviene que tome más líquido, se agregan pequeñas cantidades de leche a su agua potable, mantenerlo limpio a él y sus enseres, aplicarle crema hidratante para mantener la nariz húmeda.

Un cuadro de estrés
-Un cuadro de estrés, puede producir contradicciones en una mascota, tales como apatía y actos compulsivos, sueño permanente o hiperactividad, falta o exceso de apetito.

¿También son unidos?
-Los loros son unidos a su dueño y ponen de manifiesto el mismo grado de afecto que otros animales. Además de enseñarles a hablar, pueden aprender otras acciones.

La nariz seca, un síntoma para tener en cuenta
En general, la nariz húmeda de un perro se asocia con su buena salud. Sin embargo, es conveniente saber que la nariz del perro permanece mojada por la humedad producida por las glándulas nasales laterales de la nariz. En caso de deshidratación, la nariz se vuelve seca temporalmente, lo que puede indicar un posible problema de salud subyacente. La nariz también puede llegar a estar seca debido a los cambios en la temperatura, es decir, seca en el frío y húmeda en condiciones de calor, y los niveles de humedad durante el día, y no necesariamente porque la mascota este enferma. Esto es normal y puede ocurrir varias veces en un día. Un perro que se ha recuperado de una infección viral en una edad temprana, puede sufrir de sequedad nasal permanente.

Para tener en cuenta, la nariz seca en los perros puede ser porque tienen fiebre; también pude ser el indicio de una infección, que puede afectar a todo el cuerpo o centrarse en la nariz. Hay algunos cambios en la apariencia de la nariz del animal en ese momento. Es posible que sea escamosa y crujiente en la textura. Puede haber una pérdida de la pigmentación. Si la nariz del perro está agrietada, le puede causar un dolor extremo, y es necesario consultar en forma inmediata con veterinario para un chequeo, sobre todo si la nariz comienza a hacer costra o se ha mantenido así durante mucho tiempo. Junto con estos síntomas, también hay que observar cambios considerables en su comportamiento. Si el perro está enfermo, entonces a menudo tiene una nariz caliente y seca, junto con otros síntomas como reducida o pérdida de apetito, letargo, depresión, fiebre, diarrea o vómitos.

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