La rubia habló de la ruptura y de lo difícil que resultó esa relación. “No sólo recibí daños de él, sino también de su entorno”, explicó. También se refirió a sus intenciones de ser madre y a la posibilidad de una reconciliación: “Seguimos en contacto”.

Luciana Salazar decidió romper el silencio. La rubia dio una nota a la revista Gente y contó en detalle lo que le tocó vivir en una tortuosa relación con Martín Redrado. "Dije 'basta, no aguanto más, me hiciste demasiado daño'.

"Fue eso. Yo tuve en esta relación muchas cosas, no sólo recibí daños de él, sino también de su entorno. Inmerecidamente, y fueron horribles. La gente que nos conoce, que trabaja para él, que vivió lo que yo viví, fueron testigos de las cosas que viví", contó Luciana. Entre las cosas que ella dice que tuvo que pasar, hay una anécdota que termina pintando de cuerpo entero lo que fue el noviazgo. Según contó ella, le llamó mucho la atención cómo apareció agendada en el celular de quien por entonces era su pareja.

"Gente de su entorno le ponía cosas en su celular. Un día le apareció agendado mi nombre en mi número de teléfono como Lucifer666. Hemos llegado a un extremo. Me dio mucho miedo, todo me dio mucho miedo, todas las situaciones que estaba viviendo. Me decía ¿qué está pasando?, ¿qué hice? Nunca les hice nada malo, ni al entorno de Martín, nada. ¿Por qué me merezco esto?", contó.

Otro de los temas que perturbaron y mucho a Salazar es su deseo de ser madre y la pelea constante que tenía con Redrado. Es más, hasta tuvo que bancarse algunas humillaciones públicas que la dejaron al borde del llanto. "Estábamos buscando un hijo. De hecho, fuimos a una clínica de fertilización asistida. Llegamos, conozco a la doctora, divina, para mí era todo nuevo y fui con mucha ilusión. Martín dice algo apenas la conoce que me dolió en el alma: "Yo estoy acá obligado".

La reacción de Luciana no se hizo esperar, como ella misma contó entre sollozos en la nota: "Una mujer va con toda la ilusión y que te diga eso delante de una persona que recién estás conociendo, con todo lo que eso representa para vos y que te diga que está obligado, como si yo le hubiese puesto un revólver en la cabeza. Me puse a llorar, dije: 'Esto no lo puedo soportar, no puedo creer que me estés haciendo esto delante de la señora'. Agarré mi auto y me fui sola, me fui, me fui", agregó.

La relación con los hijos de Redrado siempre fue motivo de discusión. "Nunca pretendí cariño (de los hijos de Redrado). Sólo respeto. Martín me dejaba expuesta al choque. No me defendía, y era él quien debía frenarlos. Eso traía problemas a la pareja", contó. Para el final Salazar dejó abierta la puerta para una nueva chance pero esta vez depende de él. "Nunca perdimos el contacto, de hecho pasamos un par de noche juntos", dijo.

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