Hoy, con 13 componentes de distintos puntos del Sur del conurbano, el grupo es un ícono del reggae en el sur del conurbano. Aquello que comenzó como un sueño y un deseo, mantiene un ritmo pulido y preciso, pero con sin apartar los ojos del mensaje que plasman a través de sus letras.
Los jóvenes de Lanús tienen una forma de mirar la música y la han conservado durante una década, sin permitir que los destellos de las luces los obnubilen. "Para nosotros la música es un medio para poder expresar nuestras ideas y para conectarnos entre nosotros. Gracias a la gente que nos sigue, que le gusta nuestra música, hemos logrado cadenas de ayuda de todo tipo para dar una mano en los lugares que nos puedan necesitar", expresó Walter Miño, el percusionista de la banda lanusense.
En ese sentido, SuburBand es una de las bandas más activas cuando de solidaridad se habla. Los músicos de Chingolo apadrinan un comedor de Avellaneda y han colaborado desinteresadamente en actividades solidarias y sociales tanto de Monte Chingolo como el barrio de Villa Barceló.
El barrio siempre está
Si bien su música continúa el mensaje universal del reggae, ellos hacen hincapié sobre la realidad social y las cosas que marcan al barrio en el que crecieron. En ese tenor, Miño aseguró: "El barrio y todo lo que pasa en él tiene mucho que ver en lo que componemos, ya que casi todas nuestras letras se basan en historias que suceden a amigos, a los chicos que paran en las esquinas del barrio donde crecimos la mayoría".
Esa identidad de barrio que SuburBand expuso en cada uno de sus 4 discos y que los llevó a ser una de las bandas con mayores niveles de identificación surge a partir de algunos elementos distintivos que son propios de los barrios que marcaron a sus miembros. Si bien la banda fue formada en Monte Chingolo por 4 vecinos, en la actualidad está compuesta por 13 miembros procedentes además de Banfield, Avellaneda y Guernica.
Mientras preparan su quinto álbum, se encaminan a celebrar sus diez años con una fecha exclusiva en La Trastienda, el próximo viernes. "Después de haber recorrido varios escenarios, entre ellos el Luna Park en 2 ocasiones, pensamos que era momento de hacer una producción propia y La Trastienda era estratégicamente la mejor opción para convocar gente de distintos barrios", consideró Miño.