Lionel Messi llegó a Buenos Aires para despedir los restos de Julio Humberto Grondona, a quien velaron en Ezeiza desde el jueves hasta el mediodía del viernes, cuando partió el cortejo fúnebre rumbo al cementerio de Avellaneda.
El hombre del Barcelona arribó al país a la madrugada, cerca de las seis de la mañana, salió por pista y marchó directamente hasta el predio que la AFA tiene a pocos minutos del aeropuerto internacional.
Una vez que llegó al complejo, ingresó por una puerta alternativa y evitó el contacto con la prensa.
Por su parte, Joseph Blatter llegó cerca de las 7.30 de la mañana y también se dirigió a donde se encuentra el cuerpo de Grondona.
Los presentes en la intimidad del velorio comentaron que las palabras del presidente de la FIFA fueron muy emotivas.
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