El empresario es todo un símbolo de Ferrari, adonde llegó hace casi cuatro décadas como asistente de Enzo Ferrari, para convertirse en presidente en 1991.
El gerente general de Fiat-Chrysler, Sergio Marchionne, lo reemplazará en lo inmediato. Afrontará el desafío de comandar una firma que comenzará a cotizar en bolsa próximamente.
Ferrari goza de buena salud económicamente, pero el equipo de F1 tuvo un pobre desempeño en los últimos años y recoge cada vez más críticas de la prensa y de sus propios aficionados.
La escudería italiana tiene el palmarés de premios más rico de la historia de la F1, pero no gana una copa de constructores desde 2008, y en esta temporada sus pilotos Fernando Alonso y Kimi Raikkonen no ganaron una sola carrera. El último de pilotos fue el de Raikkonen en 2007.
"Nuestro deseo común de ver a Ferrari cumplir con su potencial en la pista ha provocado malentendidos que resultaron claramente visibles el fin de semana pasado", dijo Marchionne en un comunicado emitido el miércoles.
Fiat controla el 90% de Ferrari. "Ferrari tendrá un papel importante en el grupo FCA en la próxima (cotización) en Wall Street", dijo Montezemolo. "Esto dará pie a una nueva y diferente etapa, que creo que debe ser encabezada por el director ejecutivo del grupo. Este es el fin de una era".