La lluvia registrada días atrás desnudó las serias deficiencias de infraestructura urbana que padece el distrito.
En Almirante Brown ya nadie se atreve a mencionar el viejo refrán que reza "al mal tiempo... buena cara". Con la tormenta que se registró de los últimos días, los anegamientos se multiplicaron como así las quejas y las críticas, que estuvieron a la orden del día.

Vecinos de Rafael Calzada, Burzaco, Longchamps, Glew o Ministro Rivadavia fueron algunos de los que levantaron su voz. En Claypole, en tanto también hubo bronca por el corte de energía que sufrieron.

Con calles intransitables y algunos con el agua dentro de sus viviendas, volvieron a reclamar al municipio de Almirante Brown la concreción de obras hídricas, zanjeo, limpieza y motonivelado de las calles de tierra.

En ese sentido, el blanco predilecto de los dardos fue el ex intendente Darío Giustozzi -al que ayer le aceptaron finalmente su renuncia-, a quien endilgaron "haberse dedicado a plantar palmeras".


Brown profundo

Quienes viven en las inmediaciones de Dardo Rocha y Falucho, en Rafael Calzada, aseguran que cuando comenzaron a construir las cloacas rompieron los caños de desagües que ellos había colocado. La obra quedó paralizada y ellos se inundan con cada lluvia porque nadie reemplazó los desagües.

La situación se repite en Pasaje San Juan y Jorge, donde los vecinos compartieron fotos en las redes sociales de los desagües obstruidos y el hundimiento del pavimento, "con la esperanza que alguien se apiade de nuestro barrio que ha sido olvidado a lo largo de todos estos años".

El agua y el paso de algunos vehículos que lograron zafar del anegamiento, generaron un paisaje desolador en la calle Lescano, entre Acosta e Irizar, en Ministro Rivadavia, donde hubo serias dificultades para salir. La esquina de San Martín y Garín, en Longchamps, fue otro signo de la realidad que viven los contribuyentes.

Sumado a las intensas, la construcción de una planta de tratamiento cloacal en el barrio San Francisco de Rafael Calzada -iniciada hace cinco años- terminó por destruir los desagües y la propia calle Mendoza, entre Falucho y Gorriti, lo que terminó por aislar al barrio, en donde sus pobladores enumeran un sinfín de "desgracias": no tienen agua potable, escaso alumbrado e inseguridad.

La cantidad de agua y el desborde del arroyo San Francisco ocasionó inundaciones en varios tramos de la avenida San Martín y una situación similar se vivió sobre Alsina y French en Claypole, donde el agua ingresaba a las casas por los pluviales.

Los pedidos de limpieza que desde hace un mes hacen los frentistas no se escucharon, por lo que El Cóndor y San Martín también quedaron bajo el agua. Personal municipal llegó al lugar, pero se fueron "sin hacer nada".