Las autoridades de Quilmes desviaron fondos destinados a Alumbrado Público para pagar sueldos, mientras que en el barrio El Progreso no queda ni una lámpara sana. Los hechos delictivos crecen en una zona donde reina la oscuridad.
Mientras el municipio de Quilmes decidió desviar fondos destinados al alumbrado público del distrito para pagar sueldos, los vecinos del barrio El Progreso -de Bernal Oeste- tienen que poner plata de sus propios bolsillos para colocar lámparas en las calles, ya que las luminarias públicas se caen a pedazos y no iluminan por falta de mantenimiento.

Al límite con la localidad de Wilde (marcado por la calle Antonio Caviglia) hay un vecindario bernalense olvidado por las autoridades locales, que de noche parece una verdadera boca de lobo y es azotado por la delincuencia. Las arterias más afectadas son Comodoro Rivadavia, Chubut, Levalle, Falucho y Neuquén (ex 102), a escasos metros de Avenida Dardo Rocha.

En diálogo con El Quilmeño, Adrián Roa explicó que "si te parás del lado de Avellaneda se puede ver la calle, pero con una cuadra de diferencia, del lado de Quilmes, ya no se ve ni el asfalto". Asimismo, contó que con sus vecinos de la cuadra se están organizando para comprar luminarias, tal como realizaron los propietarios de la calle Neuquén, que hicieron un pozo común y compraron lámparas, que luego instaló en los postes callejeros un electricista especializado que contrataron con lo que les sobró de los materiales. "Se cansaron de esperar y decidieron actuar. Nosotros vamos a hacer lo mismo, sin pedir ningún tipo de permiso", exclamó Roa, al tiempo que agregó: "Nos quejamos en la Comuna y no hubo respuestas. Le pasan la pelota a Avellaneda y dicen que nosotros pertenecemos a ese distrito, pero los impuestos nos llegan de Quilmes y pagamos una fortuna desde que nos aumentaron las tasas municipales".

Los oportunistas

Cuando cae el sol, en el barrio El Progreso aparecen los oportunistas que roban en la calle, especialmente, a mujeres indefensas. "A la tardecita ya caen los motochorros de la zona, que asaltan a las chicas y a las señoras grandes cuando van caminando. Mi vecina tuvo que podar el árbol de la puerta de su casa, porque se escondían siempre ahí y la sorprendían cuando salía o llegaba", señaló Roa, quien -finalmente- indicó: "Vienen a robar acá porque no hay iluminación y, además, tienen salida rápida por avenida Dardo Rocha, o Mitre del otro lado". 

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