En épocas de partidos por cable y codificados, los dirigentes se reconocían atados a las decisiones de la empresa a la hora de ubicar en el calendario los partidos. Hoy, el blanco está puesto en la TV Pública, pero como ayer los reclamos son mesurados: la caja boba es la que financia la pelota.
Los tiempos cambian y las fechas y horarios de partido también. Antes, el malo de la película era Torneos y Competencias, empresa dueña de los derechos y con la potestad de transmisión en directo de los partidos. Hoy el monstruo cambió de ropa pero sigue disponiendo de los horarios, los días y los cambios son tan irrefutables como impredecibles.

El presidente de River, Rodolfo D'onofrio, despotricó públicamente por el cambio de su partido ante Independiente que pasó drásticamente de las 18 a las 21.30, pero aunque anunció que no permitiría que sus hinchas vuelvan a casa "a las dos de la mañana", se reconoció impotente: "AFA no tiene nada que ver, no puedo pedir nada", asumió ¿Y si no es AFA quien? La mueca y los dedos índices graficando un cuadrado imaginario en el aire señalan al culpable: la TV.

Hoy las gestiones para volver a River al horario de la tarde continúan y mantienen al resto de la fecha en vilo porque está sujeta a cambios de programación a 24 horas del inicio de la octava fecha.

Identificado el responsable, nadie atina a apretar las clavijas y demostrar que si AFA sortea y ordena su torneo, el encargado de televisarlo se tiene que limitar a poner las cámaras y no a armar su grilla.

Luis Segura admite que los dueños de los derechos de televisación "suelen" ser responsables de "algunos" cambios, pero mete un cambio de frente importante. "Un dirigente me propuso cambiar su partido para no cortarle la siesta a los jugadores", reveló sin siquiera mencionar los colores de la camiseta aludida. "Esos son los técnicos que nos vuelven locos a los dirigentes y terminan pidiendo cosas insólitas. Eso también pasa, eh. Yo les pedí que dejen de cambiar partidos, que la responsabilidad nuestra es esa", indicó el titular de AFA.

Por su parte, el vicepresidente de Vélez, Julio Baldomar se mostró comprometido a no pedir cambios, pero cree que el problema va más allá. "No basta con que un solo club no pida cambiar los partidos. AFA tiene que programar un mes calendario con sus fechas y tienen que ser inamovibles: nosotros no cambiamos horarios, pero que la televisión tampoco. Eso es lo que necesitamos", indicó el dirigente.

Ese escenario seduce a la nueva conducción de prensa y comunicación de AFA comandada por Marcelo Tinelli, que ve en lo fluctuante e impredecible de los horarios de sus partidos un escollo muy grande para desarrollar su tarea. "No queremos debutar anunciando cambios, sino todo lo contrario: que lo que anunciemos tenga firmeza", indicó uno de los nuevos empleados de AFA que en una semana comenzará a tomar las riendas de la comunicación.


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