Sin la presencia de los jueces ni del fiscal, los familiares de Noelí Ramírez se enteraron por un secretario del juzgado de La Matanza de la condena impuesta a Silvio Juárez, autor del crimen de la joven.

El juicio por el crimen de Noelí Ramírez terminó ayer con una fría "audiencia" en los tribunales de La Matanza, sin la presencia de los jueces, ni del fiscal. Los padres de la víctima de 19 años, masacrada a golpes y cuchillazos en 2012 por un hombre que se oponía al fin de la relación sentimental, fueron recibidos por un secretario que leyó el fallo que condena al imputado a 18 años de prisión por "homicidio simple", desechando los agravantes por alevosía, premeditación y violencia de género. "Estamos tristes y disconformes con este fallo, porque lo justo era la prisión perpetua", dijo Sergio Ramírez.

"Fue todo muy raro. Los jueces no estuvieron, el fiscal del juicio tampoco. El asesino mucho menos. Un secretario nos hizo pasar y leyó una parte del fallo. Los magistrados no dieron la cara. Rechazaron los agravantes. Para ellos la muerte de Noelí fue un homicidio simple. Fuimos a la última jornada del juicio con mucha esperanza, fe y necesidad de justicia. Pero nos defraudaron", dijo Sergio a Diario Popular.

La muerte de Noelí empezó el 7 de diciembre, cuando su ex pareja Silvio Juárez la golpeó y posteriormente le aplicó varios cuchillazos, en el interior de una vivienda de Isidro Casanova. La víctima fue llevada de urgencia al Hospital Diego Paroissien, donde luchó por sobrevivir. Pero al día siguiente falleció. El sujeto fue atrapado y encarcelado cuando intentaba darse a la fuga, con un bolso ya preparado.

Durante las jornadas del debate oral, desarrollado en el Tribunal Oral 5 de La Matanza, los testimonios reforzaron la hipótesis de un crimen premeditado y perpetrado bajo características de violencia de género. El mismo sujeto confesó que la había matado porque estaba seguro que ella era infiel; y las amigas de Noelí relataron detalles de una relación que se extendió durante siete meses, con golpes, amenazas y presiones. "No servís ni para coger", le decía Juárez a la joven, entre otros conceptos que la mantenía en estado de terror.

La jornada anterior al crimen, Noelí salió de su casa en Rafael Castillo informando que buscaría un nuevo trabajo, acompañada por su amiga Carla. "Ella ya había cortado con el monstruo, cansada de todo el infierno. Ni siquiera podía vestirse como elegía. Y se tapaba moretones con vestimenta amplia. Lo de buscar un trabajo también formaba parte de su decisión de alejarse de Juárez, porque compartían trabajo en una fábrica de calzados, lugar donde se habían conocido", contó Sergio.

"Desde el primer momento que empezó la relación sentimos que había cosas extrañas. Jamás nos cayó bien Juárez. Por eso ni siquiera entraba en mi casa. Ella llegaba llorando muchas veces, pero no quería contar nada. Ahora sabemos que estaba amenazada, presionada. El cobarde no le pegaba en la cara, sino en el cuerpo", relató el padre.

Tras el fallo de ayer, la familia anunció que apelarán el fallo. "Vamos a seguir peleando por justicia. Es lo que merece la memoria de Noelí. Esto no puede quedar de esta manera. No habíamos contratado abogado porque confiamos en la justicia. Pero nos defraudaron. Fuimos al juicio con toda la esperanza de conseguir justicia. Pedimos reclusión perpetua. Porque existió alevosía y premeditación. La mató porque ella lo había dejado, fue un femicidio aunque estos jueces digan que fue un homicidio simple", explicó Sergio.


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