Los hermanos, que actuarán el viernes con su compañía Nuevo Arte Nativo, finalmente decidieron editar su placa debut, pero dicen que la danza sigue siendo la columna vertebral de su arte
Koki anticipa la risa con los ojos, pero sigue hablando con una cómplice ficción de seriedad. Pajarín suelta directamente la carcajada en medio de cada párrafo. Cada uno a su manera, los hermanos santiagueños le esquivan a la solemnidad. Más que nunca ahora, que además de bailarines son músicos como vienen insinuando hace décadas- con un disco en la calle.

"Pero no tenemos mentalidad de músico; la columna vertebral de lo nuestro sigue siendo la danza", aclara desde el principio Pajarín Saavedra, voz y bombo en el disco Cuando Canto y Bailo, una placa que contiene exclusivamente temas del dúo. Son aires de chacarera, alguna zamba y otros ritmos del país que en algunos casos compusieron mucho tiempo atrás y en otros son de los últimos años. "Lo que pasó es que han ido madurando. En realidad siempre quisimos grabar, pero no forzamos el disco. Pensamos que éste era el momento oportuno de reunir las canciones y sacar el disco", indica Koki voz y guitarra-, mientras ya le zapatea la cabeza alguna anécdota que le dibuja una sonrisa.

¿Qué pasa, Koki? "Es que no todo lo que hicimos fue atinado..." Recuerdan esos registros de entrecasa que hicieron en distintos momentos de las canciones. "Poníamos un grabadorcito y le dábamos. Tiempo después escuchábamos lo grabado y decíamos '¿eso lo hicimos nosotros'?", recuerdan, cero jactancia. Ahora con la placa terminadita podrían decir lo mismo, pero con una sorpresa orgullosa. Pero no lo dicen. Está claro que están conformes con el disco, pero no inflan el pecho.

La próxima actuación de Koki y Pajarín no será estrictamente la presentación del CD, sino una vuelta de tuerca al espectáculo que protagonizan con su compañía Nuevo Arte Nativo, Flechas de la Tribu. El espectáculo será el viernes a las 21 en ND/Teatro (Paraguay 918), con Peteco Carabajal y Laura Ros de invitados. "Estábamos cerrando lo relativo a esta actuación y justo salió el disco. Así que aunque tocaremos alguno de los temas, vamos a hacer un espectáculo con más danza y más adelante presentaremos el disco formalmente", explican. Una vez que se decidieron a reunir el material, el proceso hasta la edición disco fue bastante larga. Primero hicieron un demo junto al técnico de grabación Ernesto Fara que presentaron en el Fondo Nacional de las Artes. A la larga quedó claro que allí no prosperaría el proyecto. Tiempo después el material ancló en Los Años Luz, compañía que publicó el álbum.

Los bailarines y cantantes afirman que fue un trabajo duro, en el que lograron vencer las propias dudas para concretar el proyecto. "Fue arduo convencernos de nuestras propias voces", dice Koki y, en el mismo sentido, Pajarín añade que "hicimos todo nosotros y fue realmente mucho laburo". Están francamente movilizados con el disco, "una experiencia nueva" para estos dos artistas reconocidos aquí y en el mundo. "Ahora va a ser un placer ejecutar todo esto en vivo. Un placer y un desafío", coinciden. Koki está más a la expectativa de la etapa que se abrirá después del espectáculo del viernes, cuando centren la función en el disco. Y Pajarín hace mayor hincapié en la liberación que significará soltar en vivo todo eso que trabajaron para el disco, aliviado porque el trabajo de armar cada tema ya se hizo.

Los Saavedra, formados por su padre Carlos y que estuvieron prácticamente dos décadas fuera de del país , a partir de la invitación del tío, Juan, recuerdan aspectos de aquella experiencia que se desarrolló sobre todo en Francia. "Una de las cosas que recuerdo fue la increíble experiencia con Louis Falco, el coreógrafo de la película Fama, que nos invitó a sus clases. No podíamos bailar de esa manera, pero comprendimos la técnica", recuerda Pajarín. "Nos dio mayor libertad", añade. Koki: "Nos abrió la cabeza, porque además ocurrió cuando empezábamos. Y en general, todo lo que hicimos en el exterior nos influyó más de lo que podemos darnos cuenta". En París integraron la compañía Los Indianos, en el 73, junto a Juan Saavedra, otros argentinos y bailarinas francesas. La idea original, recuerdan, no era establecerse definitivamente en Europa. "Pero nos agarró el golpe de 1976 y cambiaron los planes. Pensábamos estar un tiempo en Francia y otro en Argentina, pero no pudo ser. Por eso decimos que no tenemos el título de exiliados políticos, pero la dictadura nos cambió la vida." Y finalizan: "No aprovechamos esa situación para victimizarnos, pero sí hicimos nuestro aporte artístico para la denuncia y la difusión del terror en el país".

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