Estuvo en Chile, Rumania –donde fue figura con el "Ogro" Fabbiani- y recaló en el Galatasaray de Turquía. Lo compró el Deportivo La Coruña y se transformó en uno de los jugadores claves del equipo. Hasta que los petrodólares le tocaron la puerta: el Al Wasl de Emiratos Árabes, aquel equipo que dirigió Diego Maradona, pagó más de un millón de euros por su pase y le ofreció un salario exorbitante.
Héctor Cúper fue el técnico que lo pidió y le dio lugar en el equipo. Sin embargo, todo empezó a caer cuando el ex técnico de Lanús presentó su renuncia. El club lo separó del plantel profesional. Lo dejaron entrenando sólo, sin materiales ni preparadores físicos. A oscuras y sin agua. La intención del Al Wasl era clara: desmoralizarlo y esperar que dejara el equipo para no pagarle un dólar del contrato. Culio, ni lerdo ni perezoso, grabó videos para tener pruebas de su lamentable situación.
Después de meses de calvario, el club lo consiguió: Culio volvió a España. Las Palmas se interesó por él. Pero no fue todo fácil: Al Wasl tardó 38 días en mandarle el transfer. Intervino FIFA, que le dio una habilitación provisoria.
Ahora, Culio está en juicio. FIFA PRO dará su veredicto final en abril, aunque se espera que falle por el futbolista, que pretende cobrar todo su contrato.
Mirá el informe que grabó el diario AS de España:
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