Cinco muertos fue el luctuoso saldo de un accidente de tránsito protagonizado por un auto, en el que viajaban diez adolescentes, se presume alcoholizados, que embistió a otro rodado en la localidad bonaerense de San Miguel del Monte.
Una de las víctimas fatales era una proteccionista de animales, embarazada de seis meses, que al momento del siniestro viajaba junto a dos amigas rumbo a Coronel Pringles para rescatar a perros hacinados de un refugio municipal.
Analía Andrea Nitti (36) llevaba en su vientre a Valentino, de seis meses de gestación, cuando el luctuoso hecho sesgó la vida de ambos. El choque ocurrió en el kilómetro 108 de la Ruta 3, a unos 18 kilómetros del límite con Cañuelas, donde un Toyota Corolla -en el que viajaba el grupo de jóvenes que volvía de bailar- embistió a un Honda Fit blanco, en el que iba Analía y sus amigas Mariana y Florencia.
Las primeras pericias indicaron que el Corolla quiso traspasar a un camión y perdió el control cuando volvía a su carril, cruzando así el cantero central e impactando con el rodado que se dirigía hacia Coronel Pringles. Tres de los jóvenes, entre ellos el conductor, perecieron a causa del accidente. Los bomberos encontraron botellas vacías en el auto y dijeron haber percibido un fuerte "olor a alcohol" entre los hierros retorcidos.
Analía era oriunda de Mataderos y estaba a cargo del Refugio San Vicente, en el que alojaba mascotas abandonadas. Encontró la muerte cuando viajaba junto sus amigas, también proteccionistas y que están internadas en gravísimo estado, rumbo a Coronel Pringles, donde casi 100 animales abandonados necesitaban ayuda urgente tras el temporal.
Viviam Perrone, de "Madres del Dolor", fue contactada por familiares de Analía para hacer público el pedido de justicia. "Algunos de los chicos tenían más 2 ml de alcohol en sangre. Chocaron de frente contra su auto y encima después sus amigos la insultaron por Facebook por ayudar animales", contó a este diario.
Constanza Lamarque, también proteccionista, recordó a su amiga Analía y admitió que en las últimas horas fue blanco de insultos de allegados a los adolescentes. "Era una muy buena persona que no sólo ayudaba mascotas sino también a hogares de chicos en situación de vulnerabilidad. Siempre estaba sonriendo, con una actitud positiva e iba para adelante. Ayudaba a cualquier perro que veía mal. Por eso al ver fotos de Pringles, quiso llevarles comida, remedios y traerse a los más enfermos", remarcó a este diario.
Una multitud se acercó a despedirla el último lunes en una casa velatoria de Palermo. "Pero lo peor fueron los insultos que recibió por Facebook, del tipo 'que suerte que esta vieja de m... se murió y no pudo rescatar a esos perros sarnosos'. A mi me amenazaron y me llamaron al celular", concluyó.
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