Rosa, como se identificó ante la televisora gala la madre de una de las adolescentes secuestradas en un ataque a "plena luz del día", dijo que los chicos tenían "entre 13 y 15 años" y estudiaban en el colegio secundario "Justo Sierra".
"Todos estaban aterrados, sin moverse, estaban muy asustados, porque los hombres armados les decían que no se movieran. Yo lloraba, porque se llevaron a mi niña", se lamentó Rosa -que eludió dar su apellido según el diario El Universal- quien explicó que no se atrevieron a hacer la denuncia porque los hombres que se los llevaron, sin que hasta ahora se sepa más nada, parecían policías.
El secuestro de julio se produjo el último día de clases y hasta ahora se desconoce el paradero de los estudiantes, de acuerdo con la versión de la televisora.
En una breve nota en su portal de noticias, la emisora dijo que el silencio colectivo se debe en parte a "lo que parece ser otro caso de complicidad criminal entre las fuerzas policiales locales y los cárteles de la droga que operan con impunidad en la región".
Durante y después del secuestro masivo, los secuestradores amenazaron a habitantes de Cocula con asesinarlos si hablaban del caso, añadió France 24.
El reporte agregó que, aunque los secuestradores iban enmascarados, se llevaron a los muchachos en vehículos policiales que no se preocuparon por camuflar.
Peña Nieto, presidente de México, confirmó que prepara una estrategia para evitar que se repitan casos como el de la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala que provocaron una fuerte agitación social, con repercusiones internacionales y, a nivel personal, el más duro golpe desde el inicio de su gestión.
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