El grupo cometió la masacre después de asegurar que las víctimas se resistieron a contraer matrimonio por horas con terroristas para que estos satisfagan sus necesidades sexuales

Algo más de 150 mujeres iraquíes fueron asesinadas por miembros de Estado Islámico (EI) por negarse a contraer matrimonio con milicianos de ese grupo jihadista, que esparce el terror en ese país y Siria, con su avance feroz. 

Esos asesinatos ocurrieron en la ciudad iraquí de Faluya, según denunció un comunicado el ministerio iraquí de Derechos Humanos. Según el reporte oficial, un responsable del EI identificado como Abú Anas al Libi ordenó la ejecución de las mujeres "por negarse a cumplir con la Jihad sexual", es decir, resistirse a contraer matrimonio por horas con terroristas para que estos satisfagan sus necesidades sexuales.

El ministerio informó que los cadáveres de las mujeres, algunas de ellas embarazadas, fueron enterrados en dos fosas comunes de la ciudad. Muchas de esas mujeres formaban parte de los centenares de prisioneros que los jihadistas han trasladado a la mezquita Hadra de esa ciudad, que ha sido convertido en una prisión.

En su expansión por el territorio de Siria e Irak, los milicianos de Estado Islámico han secuestrado a cientos de mujeres, sobre todo de confesión yazidí, a las que venden como esclavas o a las que obligan a casarse por horas con muyahidines, lo que las convierte en víctimas de la explotación sexual.

En tanto, los jihadistas mantienen un gran esfuerzo por "construir" un estado real, y tras haber acuñado la moneda del Califato y lanzar advertencias brutales para las poblaciones que someten, ahora han publicado una especie de "código penal", que establece los delitos graves y los castigos relacionados.

La blasfemia es castigada con la muerte. No menos duro es el castigo por adulterio: la lapidación para los casados, 100 azotes y el destierro para los que no se había casado.

También serán condenado a muerte los culpables de sodomía, y, en particular, de homosexualidad, incluyendo a sus víctimas. Igual suerte para aquellos que espíen y se sometan a los no creyentes, reza la ley de Estado Islámico.

La muerte por crucifixión para el responsable de asesinato y robo, aunque sin pena de muerte para los que sólo maten. Otros hurtos menores acarrean penas como la amputación de una mano y una pierna, mientras que los ladrones "simples" sólo pierden una extremidad en caso de ser condenados.

Decenas de latigazos por las que se encuentran a beber alcohol o para los que difamen, según el código Penal de Estado Islámico.

Fuente: ANSA   

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