La segunda parte de la justa. En verano no podés quedar mal usando ropa que pasó de moda. Y tenés que descansar: por eso, no debés vacacionar con tu suegra. Hay más verdades.
Fue un éxito. Ustedes, quizá, no lo sepan. Pero fue un éxito, chicos. Mucha gente ya sigue mis consejos sobre las diez cosas que deben hacer en vacaciones. Así que ahora, para sacar el combo completo, haremos, también, las diez que no debés hacer. Es una lista muy punzante, que rompe contra muchas "verdades" del verano. Vamos a destruirlas acá, en pocas líneas.

• Vacacionar con tu suegra. No se hace. En serio. Si la suegra ofrece una casita, un chalet, un departamento en alguna localidad de la costa, le decimos que no. ¿Te parece compartir el baño con ella? ¿Almorzar y escuchar sus quejas? ¿Verla metida debajo de la sombrilla, tapándose del sol, ridícula? No va. El consejo es que, al final, es más barato alquilar un 5 ambientes frente a la playa en Pinamar que convivir una semana con la suegra. Pensalo.

• El fogón. Señores: no hay nada más banana que el típico pelilargo, malla celeste por debajo de la rodilla, anteojos de sol, que camina con una guitarra colgada en la espalda. Por favor. ¿Y el fogón? Siempre es lo mismo: se juntan cinco chicos y cinco chicas con ganas de acariciarse un rato, cantan los mismos seis o siete temas pedorros y, fueguito en el medio, hacen tiempo hasta irse a los besos. Qué se yo. Si vas a cantar, por más que seas un nabo, quizá te vaya bien. Si no...

• Usar mallas con flores. Te quedaste en los '90. No se usan más. Ni se usarán. Necesitás ir al psicólogo para solucionar los conflictos de tu infancia.

• Jugar al tejo. Acá hay una teoría idéntica a la del "Vitel Toné", que no pude desarrollar porque no me dieron el espacio que pedí. Pero como yo hago lo que quiero, voy a hablar del "Vitel Toné" acá, en paralelo con el tejo.

• Nadie come Vitel Toné durante el año. Fuera de broma: nadie. Una comida que se sirve exclusivamente en navidad, no puede ser riquísima, como dicen los talibanes de esa cosa. Con el tejo pasa lo mismo. Un juego que se juega en el verano y en el año ni se toca, no puede ser divertido. Entonces, como contás con pocos días de vacaciones, mejor invertir las mínimas horas que este sistema nefasto nos da en algo más entretenido que "arrimar el bochín".

• Ir a correr. Si estuviste todo el año panza arriba tomando vino, y comiendo helado y asadito, no vas a bajar la panza por ir a trotar un ratito en vacaciones. De nuevo, como el punto anterior: las vacaciones duran un ratito chiquito. Invertí el tiempo en cosas que valgan la pena. Si tenés una rutina atlética durante el año, descansá. Tus piernas también necesitan vacaciones.

• Jugar al burako. Esta regla es inválida solamente si estás jubilado. Hay 500 juegos mejores que el burako.

• Ir a la playa en auto. Es una sugerencia, ojo. Si vas a alquilar una casita, procurá que sea cerca de la playa. El auto lo agarrás para ir al trabajo todos los días, no para ir a meter los pies en la arena. Probablemente pierdas media hora buscando un buen lugar para estacionar. El coche, una vez que llegás a la ciudad costera, lo estacionas y no lo tocás hasta que vuelvas a guardar las valijas en el baúl.

• No desconectarse del teléfono. Está todo bien, pero no me vengan con el cuentito hippie del "ay, yo, que estoy de vacaciones, no voy a usar el teléfono, me voy a desconectar, porque yo, ay, sí". No. Basta de ese chamuyo que no te creés ni vos. Llevalo, tenelo. Obviamente, no es necesario que lo tengas todo el día en las manos, ni que lo lleves a la playa. Pero usalo, no te desconectés del todo que, seguramente, necesités contactarte a tu amor de verano (sí, sólo eso fue un amor de verano. Te-ma-zo).

• Hacer pozos en la arena. No vas a llegar a China, macho. No sirve para nada. Te pasás toda la tarde como un tonto cavando, ensuciándote. ¿Con qué propósito? ¿Es divertido meter la mano en la arena toda sucia? Suponte que lo hacés con tu hijo porque él quiere hacerlo. En ese caso, como buen padre, lo acompañás un ratito. Después, se van a hacer otra cosa. Y le explicás que los pozos son los lugares donde va a caer cuando esté deprimido, así que lo mejor es tenerlos bien lejos.

• Guerra de arena, bombuchas o espuma. Ya están grandes, muchachos. No van más. Es incómodo, molestás a la gente que realmente quiere descansar. Maduren.


      Embed

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2021-110619619-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados