Hoy en el país las ficciones que más rinden vienen del exterior. Cómo se produce en el país y cuál es la apuesta de las emisoras líderes. las ideas de los que quieren cambiar la situación.

Avenida Brasil trajo cola en la pantalla chica. El año pasado el culebrón brasileño fue el fenómeno de ficción: Telefé tuvo la osadía de pasar la tira del horario de la tarde al central de la noche con impecables resultados de audiencia. Esta estrategia ahora la aplica El Trece con creces con Las Mil y Una Noches, una tira de Turquía, que causa furor. Pero esta vez, Adrián Suar, en su rol de director artístico de El Trece, la colocó directamente en la franja de las 23.

El lunes 5 de enero pasado, los canales líderes arrancaron con el duelo de las tiras extranjeras en la franja central de las 23: Las Mil y Una Noches frente a la brasileña Rastros de Mentiras. A la segunda se semana Las Mil... se despegó de su rival con casi diez puntos de ventaja y se convirtió en el gran boom del verano. El debate entre productores, guionistas y un sector de la audiencia se desató por el franco retroceso de las producciones nacionales en la televisión.

Mientras en las producciones argentinas se bajan protagonistas sobre la marcha, como ocurrió el año pasado con Guapas (se fue Florencia Bertotti) y Camino al Amor (Eugenia La China Suárez y Mariano Martínez) y sufren cambios de horario (desde el mañana El Trece hará un trueque de horarios Las Mil...pasa a las 22 y Noche & Día a las 23), los culebrones extranjeros son más requeridos en nuestra pantalla (El Patrón del Mal, El Señor de los Cielos en Canal 9 y Avenida Brasil el año pasado) en los horarios centrales de la noche: Las Mil... (El Trece), Rastros de Mentiras (Telefé) y La Viuda Negra (Canal 9).

Ni hablar en los horarios diurnos, desde hace años que las ficciones nacionales brillan por su ausencia. Canal 9 copó esa franja con cuatro tiras entre mejicanas y colombianas. Este verano como nunca el diagnóstico de los culebrones argentinos es de una franca crisis. A principio de los 2001 los actores alzaban las banderas de "somos actores, queremos actuar" frente al avance de los formatos talk y realities show. Hoy el gran avance está dado por las tiras extranjeras.

Nuestro país choca con un mercado chico con muchas producciones y enorme talento creativo de productores, técnicos y actores. Ni siquiera se cumple con la ley de medios audiovisuales aprobada en 2009 que exige una cantidad de horas de producción de ficción nacional. La producción se convirtió en un escollo difícil de sortear.

Esta es la razón por la cual hoy se repiten fórmulas que en su momento funcionaron: poca osadía y riesgo. Un director de uno de los canales líderes comentó en reserva sobre una de las tiras nacionales recién estrenadas: "Si no producís 120 capítulos salís perdiendo. Hasta capítulo 60 vas a pérdida. No queda otra".

Un panorama que explicaría casi la desaparición de los unitarios en nuestro país. Según los valores de mercado, un capítulo de tira de producción nacional necesita una inversión de 50 mil dólares frente a los 1500 dólares de un capítulo de la lata.

Entonces ¿producir en nuestro en nuestro país dejó de ser negocio? Uno de los autores de dos fenómenos nacionales de ficción (Resistiré en 2003 y Montecristo en 2006), Marcelo Camaño, no se amedrenta frente al sombrío panorama: "Siempre es negocio. Cuando nos toca tiempos complicados hay que buscar la vuelta para convertir a Argentina en una industria de ficción". Un paso en el que todos los involucrados quieren dar, pero no encuentran el modo.

La explicación de Camaño se basa en que "Brasil, Colombia avanzaron mucho porque se convirtieron en una industria y nosotros no. Desde los 90 para acá sobreviven dos canales que siguen líneas de dos grandes corporaciones. Entre ellos deciden todo y se achicó el mercado, la producción y el trabajo".

Sobre Canal 9 todavía los memoriosos extrañan a El Zar (Alejandro Romay): "Es penoso que tamaño canal que siempre mostró una mirada popular se haya convertido en esto. Para el canal, las latas son el negocio y listo. pero el Estado debería poner las cosas en orden".

La posición de Camaño se afirma en que "los productores no arriesgan por la lógica del mercado y porque se obsesionan con ser los que originan la idea. Hasta que eso no cambie, las cosas no cambiarán".

Camaño se refiere a la pelea entre productores y guionistas porque los primeros se "apropian de las ideas" y se ven mucho en las ficciones nacionales los giros incomprensibles de las historias en función del rating. Se pone el foco en el número en detrimento de la historia. Pero una historia incoherente no se puede exportar.

Desde la asociación de autores Usina de Migré, la guionista Ana Montes en consonancia con Camaño insiste que "el problema fundamental en nuestro país es que no hay un diseño ni estrategia de industria. tampoco hay inversión, se produce lo mínimo indispensable para cubrir necesidades del mercado interno, obteniendo un plus de ganancias en el mercado de libros o formatos. Argentina es el tercer país vendedor de formatos en el mundo".

En tren de comparaciones, Montes afirma que "Brasil pone más de 300 mil dólares en la producción de un capítulo y aquí apenas se llega a los 50 mil dólares. De manera que comprar un producto bien desarrollado a 2.500 dólares la lata es un negocio".

Para salir del callejón sin salida desde la Usina de Migré se esta proyectando ficciones propias y en alianza con productoras independientes para venderlas dentro y fuera del país. Desde la Usina de Migré, Montes señala que "estamos gestionando por la creación urgente de una Secretaría de Industria Audiovisual porque queremos una industria".

Desde los canales líderes de audiencia advierten la complicación del panorama de ficción, razón por la cual este año en Telefé refuerza el departamento de venta internacional de ficciones para ampliar mercados. Para ello contrató a Juan José Campanella, consagrado director de cine, ganador del premio Oscar por el film El Secreto de sus Ojos y creador de el unitario El Hombre de tu Vida, para escribir su primer culebrón.

Se llamara Ariana, debutará en el horario de la noche con los protagónicos de Natalia Oreiro y Benjamín Vicuña, dos actores de amplia proyección internacional. En materia de producción, Telefé se asoció con el Canal 4 de Montevideo y está negociaciones con una emisora de Chile, país de origen de Vicuña, y una señal de cable paga panregional. Para su comercialización la tira se hablará en un castellano neutro.

En Pol-ka, productora de Adrián Suar y única productora de ficciones en El Trece, arrancará con una miniserie sobre un hecho real, la masacre de los 43 estudiantes de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos ocurrida el 26 de setiembre pasado en el departamento de Igual (Méjico). Para ello Suar se unió a la productora Argos de Méjico, una de las compañías más importantes de producción de ficción para América Latina.

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