Inter transita una crisis que hace pocos años era impensada. Tras la derrota 3 a 1 ante Sassuolo, el delantero Mauro Icardi decidió ofrecerles a los hinchas su camiseta para disculparse, pero no la aceptaron y se la tiraron a la cancha otra vez.
El jugador que anotó el único tanto del conjunto milanés en el encuentro se enfureció con la decisión de la hinchada, que demostró desprecio para el plantel que no logra salir de la mitad de la tabla (se encuentra 12º).
Al igual que su compañero, el colombiano Fredy Guarín, insultó a los fanáticos cara a cara.
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