Donde la información se democratiza más allá de las estructuras legales. La relación en las redes es mucho más equilibrada y todos podemos acceder a todos lados sin necesidad de títulos o estatus sociales. Ese gran poder de cambio y de igualdad de las redes sociales ya dio origen a un nuevo concepto en materia de mercado: el consumidor 'profesional'. Para adentrarnos un poco de que se trata y ver cómo impacta me parece interesante transcribir un texto de Gonzalo Alonso, el CEO de ClowderTank, (http://gonzalo-alonso.com): 'El consumidor profesional es uno de estos consumidores que veo hoy que sabe mucho más que el que hace el producto, que el que vende el producto, porque lo ha investigado, se interesa por saber los detalles, y está allá adelante y les voy a poner un ejemplo.
El otro día fui a comprar un coche y mientras yo estaba viendo los coches en la distribuidora, llegó una señora y manda a traer al vendedor. Empiezo a escuchar y de repente la señora le empieza a decir al vendedor el modelo de coche que quiere, el color de coche que quiere, cómo lo puede armar, cuales son las cosas que no vienen de catálogo y que sí le puede meter al coche y sabía hasta el tipo de crédito que quería sacar para ese coche. En realidad le veías la cara al vendedor estaba realmente sorprendido porque la persona que estaba frente de él, sabía mucho más del producto que él que supuestamente es el profesional del producto.
Esto lo vemos muy seguido y se debe a internet, entonces lo que se tiene que ver es dónde se hace la decisión de compra en Latinoamérica contra dónde se están haciendo la compra, y lo que ya sabemos sin lugar a duda, es que la decisión compra de productos que tienen un valor 'patrimonial' en el mercado latinoamericano se hacen en internet: casa, coche, lancha, bicicleta, electrónicos, absolutamente todo lo que tenga un valor que en nuestras dimensiones latinoamericanas podría ser casi patrimonial, pasa antes por el filtro de internet, lo que nos hace consumidores muy profesionales lo que nos lleva al hábito de que estamos viviendo casi todos.
Hace un tiempo compramos un refrigerador, nevera, en nuestra casa y yo no estaba en México en casa para tomar la decisión, entonces el Zorrillo lo que hizo fue buscar el refrigerador que quería y se puso a escogerlo y demás y dio con la promoción adecuada: el refrigerador que quería y demás, sencillamente fue lo escogió y lo pidió y cuando yo llegue a la casa y había un refrigerador nuevo y toda la decisión se había hecho en algo que hace años era una tradición el esperar el fin de semana e ir con tu esposo a escoger el refrigerador. Ahora ya no se hace así, primero porque el esposo no tiene gran input que dar acerca de la compra del refrigerador, esa una decisión más de la persona que se encarga de la casa a veces podría ser el hombre, no digo que no, sino que en este caso en específico no lo es y la consumidora es tan profesional y estaba tan decidida que ni siquiera necesitó un punto más de opinión para ir y ya realizar la compra, entonces eso es lo que está pasando.
Y entonces la pregunta es... ¿se van a comprar la gran mayoría de coches en internet? No, seguramente no, pero les digo algo, en México ya más del 2% de los coches se compran por internet.
La pregunta es está: ¿estamos dándole suficiente información al usuario para que nos volvamos su elección de compra o no?' Y ahí es donde tienen que ustedes estar pensando, si están ayudando a que ese consumidor profesional los escoja o los elimine profesionalmente