Otros dos jóvenes fueron absueltos, mientras que un sujeto mayor se encuentra detenido a la espera del juicio oral. Carlos Fernández Durañona fue asesinado de un disparo en la cara durante un robo en su casa.

Un menor de edad fue condenado a 30 años de prisión por ser el autor material del resonante crimen del abogado Carlos Fernández Durañona, quien trabajaba en el Colegio Sagrado Corazón que fue asesinado -hace un año- cuando intentó defender a su esposa durante un robo en su casa de Quilmes.

Asimismo, otros dos menores fueron absueltos, mientras que un sujeto mayor se encuentra detenido a la espera del juicio oral. La elevada condena fue votada por unanimidad por los jueces del Tribunal 2 de Menores de Quilmes, que se encuentra a cargo del juez Alejandro Paccioretti.

Los cuatro imputados habían sido detenidos a los pocos días del crimen, durante varios allanamientos registrados en distintos barrios quilmeños.

Cabe recordar que el homicidio de Fernández Durañona generó una gran conmoción a nivel local, donde cientos de vecinos salieron a la calle a protestar por los hechos de inseguridad que azotaban al distrito en ese momento.

El caso

La víctima, de 43 años, fue asesinada en la noche del lunes 17 de febrero de 2014, tras recibir un balazo en la cara cuando trató de evitar que delincuentes secuestraran a su esposa, durante un asalto en la puerta de su casa de Sáenz Peña al 200 en Bernal.

La mujer le había avisado a su marido que estaba llegando y el abogado salió hasta el garaje para abrirle el portón y facilitarle el ingreso del auto. Cuando la esposa se aprestaba a ingresar al garaje, dos delincuentes armados se bajaron de un Volkswagen Crossfox de color gris y la amenazaron con intenciones de robo.

Fernández Durañona observó lo que pasaba y salió en defensa para impedir que la asaltaran, pero uno de los delincuentes se trenzó en una pelea y, en el forcejeo, le disparó.

El abogado murió en la cocina de su casa después de arrastrarse hasta ese lugar para pedirle auxilio a sus familiares. En tanto, su esposa, la profesora de inglés Verónica Wolgeschaffen, de 42 años, fue liberada sana y salva en Bernal, a unas 15 cuadras de su casa, tras el pago de 500 pesos, 300 dólares, dos computadoras y algunos otros objetos de valor que dejó su hermano dentro de un auto.

Wolgeschaffen recién se enteró del crimen de su marido cuando se hallaba en la comisaría relatando lo que le había ocurrido.


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