A los 20 minutos del segundo tiempo, Elías marcó el único tanto del encuentro para el Timao. El Ciclón desperdició cinco situaciones claras de gol debajo del arco del conjunto brasileño. La derrota complica la proyección cuerva en la Copa

Todo fue muy raro, afuera y adentro. Afuera con el estadio pelado, sin la banda de sonido que los hinchas le ponen al fútbol para que la película sea completa; adentro, con un equipo que puso tres veces a sus delanteros solos frente al arco y no sólo no pudo anotar, sin que en una réplica fulminante se quedó con las manos vacías.

Ese equipo fue San Lorenzo, que perdió con Corinthians, de local y se llenó de piedras los zapatos que lo llevan por el camino del exigente Grupo 2 de la Copa Libertadores.

No hizo falta que pasaran muchos minutos para advertir que la versión de Corinthians que había llegado al Bajo Flores no era de las mejores. Y si por una cuestión de historia o linaje, San lorenzo había pensado tenerle algo de respeto, muy pronto se lo perdió. Y resuelto en ataque, apenas a los tres minutos tuvo una jugada muy clara para ponerse en ventaja: Buffarini llegó al fondo por la derecha, enganchó y tiró de zurda un centro perfecto para la palomita de Blanco que tuvo tiempo para elegir el palo pero la tiró afuera.

A partir se notó que San Lorenzo iba a disponer de espacios como para lastimar. Claro, debía acertar en sus decisiones de ataque, algo que le costó mucho. Tanto, que en medio de esa búsqueda, pasó un par de sobresaltos como un cabezazo de Elías y un remate de Augusto que exigieron sendos revolcones de Torrico.

Un panorama similar se pudo advertir en el complemento que, en el arranque, también tuvo a San Lorenzo en posición inmejorable para el gol, pero Matos, solo frente al arco vacío (tras un gran desborde de Mas), estrelló su toque suave contra el palo.

Era difícil explicar por qué San Lorenzo no estaba en ventaja. Encima, esa impotencia, potenciaba el plan de los brasileños de explotar los contragolpes. Y, en uno de ellos, Elías escapó solo, se llevó la pelota gracias a un rebote fortuito que le permitió fusilar a Torrico y anotar el 1 a 0. Fue tiro de Gracia. Quedaban 20 minutos por delante, pero ese gol, y las chances perdidas por Caruzzo y Cauteruccio, socavaron por completo la convicción azulgrana.



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