Así, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, criticó la compra de pistolas eléctricas para la Policía Metropolitana y dijo que servirán para "torturar", pero el vicepresidente de la Legislatura porteña, Cristian Ritondo, lo negó y acusó al Gobierno nacional de ser "el más represor desde 1983". Fernández cuestionó la autorización del Tribunal Superior de Justicia porteño a la Policía Metropolitana para comprar pistolas Taser X26 y sostuvo que "para (el jefe de Gobierno, Mauricio) Macri será un placer ver un tipo revolcándose en el piso torturado tan solo por asistir a una manifestación".

"No estamos en absoluto de acuerdo con esa visión respecto de la tarea para ordenar las cosas que están sucediendo en las calles y se puede hacer sin sangre y sin heridos", sostuvo el jefe de Gabinete al tiempo que señaló que "una fuerte represión pareciera que es la única forma que Macri conoce", sostuvo.

El funcionario nacional subrayó que "desde 2001 a la fecha en Estados Unidos y Canadá hay más de 70 muertos por las descargas" eléctricas de estas pistolas y calificó como "un despropósito" la decisión del Tribunal de autorizar su compra.

"Si Macri cree que ésta es la forma y el Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires lo ampara sacando este fallo, me parece un despropósito. Simplemente eso de torturar la gente no me parece que sea algo feliz", insistió Fernández.

El encargado de salirle al cruce en representación del PRO fue Ritondo, quien afirmó que el kirchnerista "es el Gobierno más represor desde 1983 hasta la fecha" y aseguró que así lo demuestra "una investigación realizada por la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi)".

Según sostuvo Ritondo, en ese estudio se ve que "desde la asunción presidencial de Néstor Kirchner en 2003, los asesinatos por gatillo fácil, torturas en cárceles y comisarías, así como por represiones en manifestaciones políticas, crecieron un 141 por ciento en comparación con la línea de tiempo que va desde la gestión de Raúl Alfonsín en 1983 hasta la de Eduardo Duhalde en 2002".

En respuesta a los dichos de Fernández sobre Macri, el vicepresidente de la Legislatura y precandidato a jefe de Gobierno porteño opinó que "al que le da placer es a Aníbal Fernández ver a los familiares de las víctimas asesinadas por los delincuentes para robarles un celular o un par de zapatillas". "Le provoca placer que un policía cobre miseria y se tenga que comprar el chaleco antibalas. Le provoca placer que los patrulleros de la Policía Federal no tengan seguro y se queden sin nafta", expresó Ritondo mediante un comunicado.

El dirigente macrista defendió además la autorización para el uso de las pistolas Taser y afirmó que "de ninguna manera se está hablando de torturar, sino de disuadir y proteger a los ciudadanos y policías de los que delinquen, matan, violan y secuestran a los porteños". "Hay mucho prejuicio de algunos funcionarios que se dicen progresistas, porque acá no se está improvisando, hay tecnología de avanzada que se utiliza en el primer mundo. El uso de la tecnología para combatir el delito y proteger a los vecinos es bienvenido", argumentó Ritondo. La polémica por el uso de estas pistolas en la Ciudad de Buenos Aires data de 2010, cuando el Gobierno porteño trató de dotar a su fuerza policial de estas armas pero un fallo de primera instancia se lo impidió.

Esa medida fue confirmada en 2013 por la Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario, pero ahora el Tribunal Superior de Justicia revocó ese fallo y habilitó así el uso de las Taser.


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