"Nunca me sentí 'hijo de'. Eso te puede abrir alguna puerta pero después tenés que demostrar si servís o no", alertó Damián mientras agarraba con las dos manos el pintoresco trofeo que lo oficializaba como ganador.
"Esto es el sueño del pibe cumplido, trabajé toda mi vida para lograrlo, tuve que cuidarme de Spataro y después de Muñoz Marchesi, y también pensar en los neumáticos, pero como les dije a mis ingenieros Leo Pane y Fernando Bulla, el auto iba muy bien", contó.
En 2012 con el equipo familiar completó una buena temporada que llevó a que Honda lo contratara para 2013, pero las cosas no le fueron bien. "Hasta que el año pasado me rescató el Tano Salerno y entré al FE Peugeot Junior Equipe", denominación que alude a la frase "Fuerza Eugenio", uno de los hijos de Salerno accidentado hace pocos años gravemente en TC Pista Mouras, cuyas consecuencias aún padece.
Ayer, con un soberbio manejo, aplomado arriba del Peugeot 408, para resistir los embates del Renault Fluence de Emiliano Spataro hasta su ingreso a boxes (vuelta 14) por una cubierta pinchada que no fue tal y llenó de dudas a Emi, Damián vivió la primera parte de su inolvidable día; la otra fue cuando llegó a su Quilmes a la noche y se abrazó con "la gente que me ayudó a remarla y que cuando me ví abajo del automovilismo, me bancaron, estas cosas me 'revuelven' por dentro".
Matías Muñoz Marchesi lo escoltó y fue el mejor Chevrolet Cruze oficial (Vivian 12º y a Fontana se le trabó la caja). Luego de la discusión con Rossi por el comentado toque en la serie inicial, Agustín Canapino 3º en uno de los 408 oficiales, cerró su conversado domingo más tranquilo. ¿El campeón Girolami? Terminó afuera por culpa de la cubierta delantera izquierda. Y si de Chevrolet se trató, para remarcar el debut de Lucas Colombo Russell en el Cruze de Pro Racing, 4º, delante de Facundo Chapur, de los Fiat Linea el más adelantado.