Booty Drum, de la compañía de diseño OWOW (Omnipresent World Of Wizkids) creó para la empresa de audio AIAIAI un dispositivo que transforma el twerking en música.
La idea detrás de este proyecto es explorar la cultura diferentes culturas y cambiar la percepción del twerking, poniéndolo en un contexto creativo y dejar que el baile sea quien "hable".
De esta manera, el trasero de las bailarinas puede convertir en señales únicas sus movimientos y disparan los diferentes de música, creando así, ritmos a partir de este sofisticado baile llamado twerking.