Que a los chicos les gusta ensuciarse, no hay ninguna duda, el problema muchas veces se presenta a la hora del baño, cuando lo toman como una tortura, una obligación o una tarea densa. Es así que el trabajo de los padres es hacerlo agradable, siempre con precauciones.

Todo aquel que haya estado en contacto diario con niños, conoce la facilidad que tienen de ensuciarse y cómo disfrutan haciéndolo. Lo que muchas veces se transforma en "tortura" es el momento de limpiarse, bañarse, lavarse el pelo o los oídos.

Si este momento del baño los padres o tutores lo encaran como una tarea densa y obligatoria, el niño lo percibe como un tiempo que pierde de seguir jugando (el agua demasiado caliente y luego demasiado fría, el jabón en los ojos, secarse el pelo con la toalla y desenredarlo son algunas de las principales quejas de los niños).

Pero el baño no siempre es así, con algunos trucos y un poco de imaginación puede convertirse en un momento relajante y también divertido. Estos son algunos consejos para que la hora del baño resulte más agradable:

eNo quiero estar sólo: muchos niños se sienten sólo en la inmensidad de la bañera, ofrecerles la oportunidad de compartir el baño con un muñeco, con un hermano (si lo hay) o, ¿por qué no? con nosotros mismos. La posibilidad de copiar de un tercero y practicar las acciones de aseo en una muñeca o juguete reducen esa sensación de soledad y pasan a ser protagonistas de su baño en lugar de agentes pasivos.

eQuiero seguir jugando: aunque aún son pequeños para lavarse solos, ya podemos empezar a enseñarles las primeras reglas de aseo mediante el juego y la diversión. Entre el año y medio y los tres años, empiezan a tomar conciencia de su cuerpo y les gusta hacer las cosas por sí mismos. Conviene que les dejemos usar la esponja para frotarse y limpiarse. Eso sí, no seamos muy exigentes: ni siquiera a los cuatro años serán capaces de limpiarse totalmente solos.

eEl baño, un lugar seguro: si bien el baño es divertido, también es un lugar peligroso si no se toman los recaudos necesarios para evitar accidentes. En la actualidad existen gran variedad de productos orientados a prevenir los problemas, cada padre deberá evaluar cuales son los que necesita su hijo. Un consejo general es que el agua no les llegue más allá del ombligo al bañarse sentados; así, si se escurren y pierden el control de su cuerpo, no tendrán la sensación de hundirse y disminuye las posibilidades de que el agua se les meta en los ojos.

eEl momento del baño no es para siempre: si los padres optan por hacer del baño un momento agradable, probablemente el niño no querrá salir de la bañera una vez terminadas las acciones de aseo. Como se puede salpicar, cantar, pasar las páginas de esos libros de baño tan coloridos o jugar con el jabón a hacer pompas, probablemente el niño quiera que dure toda la noche.

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