El taekwondista nacido en Quilmes y criado en Berazategui, ganó la clasificación para sustituir al lesionado campeón olímpico Sebastián Crismanich y ahora sueña con brillar en el campeonato continental.
Con 21 años, Agustín Alves tendrá en los Juegos Panamericanos de Toronto la prueba más importante de su carrera. Nacido en Quilmes y criado en Berazategui, el taekwondista accedió a la competencia en lugar del lesionado campeón olímpico Sebastián Crismanich.

Para lograrlo, tuvo que enfrentar una difícil clasificación en la que venció en sus cuatro luchas y se ganó el derecho a ocupar la plaza del correntino en la categoría menos de 80 kilos del torneo que iniciará en julio.

A pesar de ocupar el espacio del reconocido deportista, Alves no siente que será su sustituto y se focaliza en poder brillar por su cuenta. "No creo que se pueda reemplazar a una persona y por eso lo tomo como que el puesto se ocupa con alguien distinto. Yo pienso en mi carrera y quiero crear mi propia historia", expresó con la ilusión a cuestas, en diálogo con El Quilmeño.

Y se refirió a los elogios de Crismanich, quien, en declaraciones radiales, dijo de él que "tiene todo el talento para brillar". Al respecto confió: "En otro momento me mencionó algo parecido, pero lo tomé como quien alienta a un nene. Ahora me da seguridad y me hace confiar más en mí porque viene de uno de los más grandes".

Al hablar de sus objetivos, confesó que va por todo: "Estoy hiper contento por lo que se está dando y trato de enfocarme en el día a día para buscar la medalla de oro".

A la espera de los Panamericanos, el joven deportista confirmó que participará en más torneos: "Me preparo para el Mundial de Rusia (mayo) y llegar a una medalla ahí sería ideal. Después estaré en los abiertos preparativos de Paraguay y Bolivia". 

Asimismo, el taekwondista resaltó que la situación "me trae lindos recuerdos porque en el juvenil (Tijuana, 2010) salí tercero y ahora viajo con un amigo (Lucas Guzmán), con el que estuve ahí y también en Bolivia en 2012 (otro bronce). Esto me hace sentir como quien está en su casa". 

Por otra parte, Alves admitió que para llegar a este presente fueron muy importantes sus entrenadores y destacó a su actual instructora personal, Fernanda Garrido, y al del seleccionado argentino, Gabriel Taraburelli.

"Este año deposité mi confianza en Fernanda porque es una persona increíble que me contiene y me apoya en lo que es mi vida y siempre encuentra el momento justo para cagarme a pedos", precisó.

En relación a Taraburelli, aseveró que "siempre está para dar el grito indicado para cada lucha, se nota que sabe mucho. Está muy metido y deja todo por el taekwon do". 

Inicios

Si bien ahora se ve como una cuestión de vocación, los primeros pasos de Agustín Alves en el taekwondo fueron a los 14 años, allá por el 2007, y de una manera que resulta bastante inverosímil. 

"Es bastante rara mi historia, llegué de una forma extraña. Pasé por muchos deportes y ninguno me llamaba la atención. Al fútbol era de madera y en otros deportes como natación no me soltaba. Hasta que un día un compañero me llevó a una clase con su papá", confesó el joven de 21 años. 

Con respecto a ese día, agregó: "Veía como entrenaban los demás y no quería, pero me convencieron y me enganché. Sólo para entrenarme, no para competir porque me daba un poco de miedo". 

Al mismo tiempo, contó que "después me dijeron que tenía condiciones y primero no les creí, pero después me decidí y el primer torneo lo gané por diferencia de puntos. Desde ahí empecé y no paré hasta ahora".

El taekwondista recordó a este amigo, Sebastián Amaral, y a sus padres, a los que calificó como "mi segunda familia". "Los considero así porque me apoyaron mucho en esto, me impulsaron un montón. No me establecía mucho en Capital Federal cuando me mudé, mi familia estaba dividida y ellos me dieron un centro", destacó.

Con respecto a sus orígenes, señaló que "nací en Quilmes y viví en Berazategui hasta los 9 o 10 años, cuando mi mamá y mi papá se tuvieron que ir por cuestiones de trabajo". "De Berazategui me quedaron los mejores recuerdos de haber ido a la plaza a jugar con los nenes, porque eso allá no lo tenía", afirmó, un tanto nostálgico.

A pulmón

Pese al éxito que viene teniendo, Alves costea los gastos para competir a pulmón y sin la presencia de patrocinadores. Por eso, al hablar con este medio, brindó un panorama de cómo es un día habitual en su vida.

"Yo estoy viviendo en la plata, donde me entreno lunes, miércoles y jueves con mi entrenadora Fernanda Garrido. Además, los martes y viernes lo hago con el seleccionado en el CeNARD, en Capital Federal. Esos días vengo a dar clases de taekwondo y me mantengo con eso y una beca del Enard, que te ayuda un montón", comentó el deportista.

Por su parte, se refirió a la ausencia de sponsors: "Por ahora no tengo y la idea es conseguir algo en estos torneos que se vienen, porque se hace muy complicado con los entrenamientos y las exigencias. La alimentación es el tema más difícil.

El quilmeño por nacimiento y berazateguense por adopción no se queda quieto y también comenzó este año a estudiar Profesorado de Educación Física en La Plata para no descuidar el futuro: "Son 5 años y quiero hacer una especialidad, así que van a ser 7, o un poco más por las competencias, pero no pierdo la esperanza de recibirme". 

"Siempre pienso que un deportista puede rendir puede físicamente hasta cierta edad y por eso para después hay que estudiar. Nunca hay que perder la constancia", concluyó el sacrificado Alves, demostrando tener los pies sobre la tierra, a pesar de este momento de ensueño que le toca atravesar. 


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