La nueva declaración testimonial de los custodios fue convocada en principio para el martes pero no fueron citados todos sino sólo 8 de los diez integrantes de la guardia habitual de Nisman, pertenecientes a la división especializada de la Policía Federal.
Cumplidos ya tres meses desde la muerte de Nisman, Fein decidió volver a escuchar a sus custodios tras haber completado una serie de medidas de prueba sobre "la mecánica de vigilancia" que cumplían y el funcionamiento de la "custodia ambulatoria", según dijeron fuentes de la causa.
Los custodios que estaban de turno el domingo 18 de enero dijeron que habían sido citados ese día por Nisman a las once de la mañana pero tardaron cuatro horas en comunicarse con una secretaria del fiscal luego de que este no respondiera a sus llamados telefónicos y en la puerta.
Los policías explicaron que era común que lo dejaran dormir durante el fin de semana y fueran laxos con el control, pero su custodio de mayor confianza y antigüedad, el sargento Rubén Benítez, reveló que la semana anterior Nisman le había pedido asesoramiento y ayuda para comprar una pistola que, dijo, era para defensa.
Otro enigma es con quién pensaba encontrarse Nisman fuera de su departamento ya que no hay detalles de su agenda que lo registren y nadie confirmó que hubiera un encuentro pautado para esa fecha en esa hora.
Dos días después de las declaraciones testimoniales, el jueves 23 a las 14, todos los peritos criminalistas acreditados en la causa realizarán una inspección ocular al departamento y en la que comenzarán a exponerse las controversias sobre las evidencias físicas.
Recién el lunes 27, y en forma separada de los criminalistas -que es lo que pretendía Arroyo Salgado-, sesionará la junta médica.
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