En una entrevista en Río de Janeiro, el cantante habla de la relación con el público, el amor por los creadores de su país y el interés por estilos diversos, entre ellos el tango

C ada encuentro con el cantante brasileño Djavan es un placer en el amplio sentido de la palabra. El artista es un top ten de la música del vecino país y sigue conservando además de su gran talento una gran humildad y tranquilidad en cada una de sus palabras. En su casa de Barra de Tijuca (Río de Janeiro) recibió en exclusiva a Diario Popular. Al ingresar al domicilio aparece en el hall de entrada una gran cantidad de guitarras colgadas de toda clase y estilo y también hay premios por doquier. Dos sinónimos de la vida del hombre de Maceió; música y éxito.

l Tu última propuesta musical: Djavan, obra completa de 1976 a 2010, muestra toda tu carrera. ¿En ese viaje interior qué sentiste?

-La idea de la colección fue de Sony Music. En principio no estaba tan entusiasmado en hacerlo porque no quería mantener contacto con toda esta obra, porque sabía que no sería algo sencillo y por el contrario sería algo dificultoso y estaría metiéndome en las profundidades de la emoción de mi vida. Sin embargo, empecé a pensar que, tal vez, podría ser algo divertido. Más allá de la parte sufrida. Así trabajé escuchando todo de nuevo y de manera cronológica. Ha sido algo emocionante: en cada tema volvió la historia que pasó en cada canción siendo algo muy profundo. Al mismo tiempo hubo nuevas revelaciones como pararme frente a una nueva obra real donde siempre hice lo que quería con un objetivo: la música. Ninguna otra cosa me interesó. Los aciertos y errores siempre fueron buscando la belleza de la música.

l ¿Te sorprendió la velocidad con la que se vendieron más de 40 mil unidades?

-Las cifras muestran el interés por parte de la gente y es una gran alegría. Mi carrera es muy viva y activa y espero que sea siempre así (risas).

l Dijiste que Dominguinhos (un recordado creador nordestino) era lo mismo que el famoso Tom Jobim. ¿Podrías ampliar ese concepto?

-En mi caso, tengo un respeto enorme por todas las matrices artísticas en todas partes del mundo. No necesariamente hay que ser famoso internacionalmente para ser comparado con una gran matriz. Por supuesto, que Tom Jobim es una de las grandes matrices del universo. Gracias a Dios nació en Brasil, pero Dominguinhos también porque él poseía una belleza inigualable como Luis Gonzaga. Todas las personas merecen el mismo respeto.

l ¿Cuál es tu matriz y cómo suponés que será tu legado musical?

-Mí música es una referencia muy amplia en cuanto al amor profundo que tengo por la diversidad desde niño por el jazz, flamenco, tango, etc. Mi curiosidad pasa por la diversidad por saber cómo se hacen distintos estilos, más en un país como Brasil, que en cada región hay una influencia distinta. No es difícil identificar mi música, que es múltiple.

l ¿Qué proyectos tenés?

-Ahora estoy grabando un nuevo compacto y estoy en un proceso cansador porque haga todo: canto, produzco, me encargo de los arreglos, etc. Es mucho trabajo que necesito hacer porque me gustan todas las tareas para mostrar mi trabajo de manera total y es muy personal. Igual no impide tener una relación de parceria (compañerismo) conmigo y hago de todo para que la gente se sienta incluida.

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