Con una bandeja circular y una saltarina, el juego convoca a los fanáticos de las apuestas y a los que se jactan de buenos pálpitos cuando comienza la rueda. Las cinco maneras insólitas de perder y las reglas duras que impone, como siempre, la casa.

El juego de la boule o la bola, es de origen francés y se mantiene vigente desde hace más de 400 años en casinos y casas de juegos. La boule tienta al azar de la manera más simple y pura, ya que todo el juego depende de una bolilla gomosa que caprichosamente decidirá en qué número posarse, luego de rodar alrededor de un cilindro numérico, algo delgado y extendido. Se gana cuando la bolilla se posa en el número al que se apostó. Este juego de casino surgió a comienzos del 1600 en la era del renacimiento, en Francia. Entonces, la ruleta contaba con cerca de 800 años de existencia.

La boule y el vingt-trois son dos variantes simplificadas de la ruleta. Se parecen a ésta fundamentalmente en los principios básicos y funcionamiento, ya que ofrecen probabilidades más desfavorables y su práctica carece de aquel encanto. Aunque en buen número de pequeños casinos franceses la boule es el único juego disponible, lo más usual es que el vingt-trois, una nueva invención reciente, se encuentre junto a ella como juego complementario.

La mayor parte de los casinos franceses ofrece el juego de la boule en un vestíbulo o en salas anexas a las de juego más propiamente.

La mesa del boule consta de un trazado sobre el que se fijan las apuestas y una bandeja circular o ligeramente ovalada sobre la que se disponen unas pequeñas concavidades que llevan impresos los números del 1 al 9. Los números 2, 4, 7 y 9 son rojos y los 1, 3, 6 y 8 negros. El 5, cuya función es idéntica a la del 0 en la ruleta, está impreso en amarillo.

El juego es operado por el bouleur, quien lanza la pelota de goma de tamaño similar a una de tenis, que gira primero sobre las pendientes cóncavas de la bandeja y luego rebota -con irritadora lentitud- de una concavidad a otra hasta detenerse en una de ellas. La bandeja permanece inmóvil.

Las apuestas se indican también con fichas colocadas en el recuadro escogido de la mesa. Las apuestas a probabilidades iguales, que son las de rojo o negro, impar (1, 3, 7, 9) o par (2, 4, 6, 8) y alto (6, 7, 8, 9) o bajo (1, 2, 3, 4), pierden todas cuando la bola se detiene en el 5. Las apuestas a números sueltos, incluido el 5, se pagan en proporción de 7 a 1.

A probabilidades iguales se apuesta a que se dará uno de los cuatro resultados posibles, sean colores o números. Todas ellas se pierden cuando aparece un 5, en lugar de ser retenidas 'en prisión' hasta la siguiente tirada o ser reembolsadas en una mitad, del mismo modo que en la ruleta europea cuando aparece un cero.

Hay cinco maneras de perder, la casa se reserva para las apuestas a probabilidades iguales es 1/9, que representa el 11,11%. A pesar de que en apuestas a números sueltos hay nueve posibles resultados, la casa sólo paga en proporción de 7 a 1, un punto por debajo de las auténticas probabilidades, con lo que conserva nuevamente un margen del 11,11%.


      Embed




Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2021-110619619-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados