Las especies de aves que se admiten como mascotas o animales de compañía, pueden sufrir enfermedades que se detectan a través de su plumaje y piel. De la misma forma que el pelo de un perro o un gato puede manifestar determinadas enfermedades, las aves evidencian muchas dolencias a través de sus plumas, como también a través del pico, ojos y la piel, entre los síntomas más comunes.

Que sus plumas se vean fuertes y sanas es fundamental para descartar cualquier complicación grave, debido a que el plumaje es el principal factor para la conservación de la temperatura que requiere el cuerpo de un ave, y sin ellas el riesgo de mortalidad es muy alto.

Por eso es conveniente que los amantes de las aves, conozcan algunas de las enfermedades más frecuentes que se pueden detectar en sus plumas, para estar alertas y recurrir a un médico veterinario o a un especialista en aves.

Un síntoma de los más frecuentes es la falsa muda. Se considera normal que una, dos, o hasta tres veces al año, según la raza, el pájaro mude sus plumas. Es un proceso natural mediante el cual el animal renueva su plumaje eliminando todo lo que está en mal estado. Sin embargo, si el ave se ve expuesta a temperaturas demasiado elevadas, puede verse obligada a repetir la muda en forma constante. Esto sucede porque intenta evitar que la temperatura de su cuerpo suba en exceso.

La muda de plumas, significa para el animal un desgaste físico y psicológico que puede llegar a acarrearle graves problemas de salud, porque altera su ciclo natural. Si no se soluciona el problema, puede llegar a ocasionarle la muerte. Por eso, ante un caso de falsa muda, lo mejor es cambiar la jaula de lugar, moverla a un sitio más fresco, o bien regular la temperatura de la casa, evitando que el animal quede expuesto a altas temperaturas, ya sea por calefacción o sol directo.

Hay que tener en cuenta que un ave enjaulada no tiene la posibilidad de ubicarse en un lugar donde sienta que la temperatura es ideal para ella. Por eso siempre que se ponga la jaula al sol, debe tener una zona de sombra para que el animal pueda optar en caso de que la temperatura sea extremadamente elevada. Tampoco es conveniente exponerlas a fuertes corrientes de aire. Lo ideal es un sitio ventilado, donde el pájaro pueda ver la luz del sol y donde no quede expuesto directamente a los rayos solares.

Otra de las afecciones que se pueden detectar a simple vista es un mal proceso de muda. Si de pronto se nota un cambio de color en las plumas, significa que la muda no ha sido correctamente realizada, debido a que el crecimiento de las nuevas plumas se detuvo repentinamente. Las causas pueden ser debido a traumas que se generan por el inadecuado movimiento de la jaula, a una mala alimentación, o a problemas de hígado que necesariamente deberá tratar un veterinario.

El mal nacimiento de las plumas, es otro síntoma al que hay que prestarle atención. Porque además de provocar una detención del crecimiento del plumaje, una mala alimentación puede provocar que las plumas nazcan torcidas, desordenadas o con un color opaco. Si esto ocurre, conviene asesorarse sobre la alimentación y los cuidados que se le otorgan al animal, para corregirlos inmediatamente y así evitar problemas mayores.

También los pájaros pueden autolesionarse picoteando o arrancándose las plumas a picotazos. Puede deberse al estrés o a la presencia de parásitos, y ésto se puede producir como consecuencia del estrés. Aunque en un comienzo puede parecer algo sin importancia, no tardará en convertirse en una dolencia muy molesta para el animal. Por eso, ante el menor síntoma, será conveniente tomar las medidas necesarias para desparasitarlo externamente, con el consejo oportuno de un veterinario.

Las plumas también pueden producir quistes foliculares. Esta es una enfermedad de carácter congénito, que se produce por el nacimiento de plumas hacia el interior del cuerpo en vez de hacia fuera. Se puede solucionar mediante cirugía, pero se trata de una enfermedad incurable. Está especialmente difundida entre canarios, loros y otras especies de aves con un plumaje denso.

Si bien las que se mencionan son enfermedades que se detectan con mayor frecuencia, ante cualquier duda sobre el comportamiento y aspecto del animal, lo mejor es recurrir de inmediato al veterinario.

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