Así como en materia deportiva el fútbol se lleva los mayores logros, lo mismo ocurre en espectáculos con el cine. La sola mención que se consiguieron dos Oscar exime de mayores comentarios: nuestro cine pisó fuerte la mítica alfombra roja de Hollywood, como consecuencia del crecimiento de una industria que se solidificó con la llegada de la democracia.
Justamente, la primera estatuilla de oro la logró La Historial Oficial, justo el día que se cumplían 10 años de golpe militar y tres de la vuelta de la democracia al país. La consagración fue el 24 de marzo de 1986 y se premió la historia de Aída Bortnik, llevada a la pantalla grande por Luis Puenzo y magistralmente interpretada por Norma Aleandro y Héctor Alterio. Una historia sencilla, pero potente, con un gran significado político por los años negros de la dictadura.
Pasó mucho tiempo, y en 2010, El Secreto de sus Ojos nos hizo inflar el pecho de orgullo, al recibir el segundo Oscar para el cine nacional. La novela de Ernesto Sacheri (La Pregunta de sus ojos) fue readaptada por el director Juan José Campanella y vista por dos millones y medio de personas en nuestro país.
Justamente, Campanella recibió la estatuilla de manos de Quentin Tarantino y Pedro Almodóvar y agradeció a todos lo que hicieron posible el film, que tiene absolutamente de todo y es refrendado por actuaciones consagratorias de Ricardo Darín, Guillermo Francella y Pablo Rago.
Pero en este repaso no se puede pasar por alto la TV. Una televisión que marcó los inicios de este diario con las novelas de Migré, que dejó inolvidables ciclos de grandes creadores como Gerardo Sofovich y el recientemente desaparecido Alejandro Romay y que tuvo la impronta de Juan Alberto Badía.
Pero sin dudas, la gran revolución la marcó "un tal" Marcelo Hugo Tinelli, a través de VideoMatch, ShowMatch y Bailando por un Sueño, íconos modernos.
Y si de modernidad hablamos, no podemos dejar pasar por alto el auge que tuvieron las series extranjeras, como la brasileña Avenida Brasil y la turca Las Mil y una Noches, además de ficciones nacionales, como Graduados.
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