Georgina Orellano milita desde 2010 en Ammar (Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina) y desde marzo de 2014 es la secretaria general a nivel nacional de dicha asociación. Ammar busca defender los derechos de las mujeres trabajadoras sexuales. Tiene 6.000 afiliadas. Pertenece a la CTA oficialista desde 1995 y desde 1997, a la red de trabajadoras sexuales de Latinoamérica y el Caribe, que hoy integran 16 países. Tiene 28 años y es madre de un niño de siete. Como dirigente no percibe un sueldo, por lo que sigue ejerciendo el trabajo sexual.

¿Cómo nació tu deseo de ser dirigente?

No tenía un deseo de ser dirigente sino de ser militante y lo que me fue enamorando de la militancia, fue que acá no tenía que ocultar a qué me dedicaba por miedo a que me discriminen, a que me señalen, a que me miren mal. La organización te trabaja el empoderamiento, la autoestima, y no la culpa.

¿Cómo y cuándo surge Ammar?

Ammar nació en 1995, cuando un grupo de compañeras que ejercían el trabajo sexual en Capital Federal comenzó a organizarse porque, en ese momento, estaban vigentes los edictos policiales, se criminalizaba la oferta de servicios sexuales en la vía pública y las llevaban detenidas 21 días.

- ¿Qué representa hoy Hugo Moyano para los trabajadores y para la CGT?

- Moyano dividió la CGT para poder pedir los sueldos más altos. La dividió porque él reivindica una actitud de libertad política: "yo soy el sindicalista y opino lo que quiero". "l es políticamente libre como Barrionuevo. No tendrán prestigio pero tienen una actitud sindical combativa. Cuando el sindicalista abandona su lugar, se lo deja a la izquierda. Nosotros como argentinos tenemos a una izquierda increíble: destruye al capitalismo sin posibilidad de hacer el comunismo, con lo cual tenemos una izquierda que lo único que hace es joder. El sindicalismo no puede ser oficialista con el peronismo y sublevado con la oposición. Porque es anti democrático

- ¿Estamos haciendo una crítica de Ubaldini?

- Estamos haciendo una crítica de un peronismo que cayó en el error de creer que puede impedir que gobierne otro que no sea peronista y eso es absolutamente gorila. Esto lo hereda el kirchnerismo. Hoy los sindicalistas tienen el capital, la estructura productiva y mucho más poder económico que el empresario con el cual debaten. Los sindicalistas son más ricos que los empresarios.

- Moyano pensó que iba a ser Lula en un momento. "l al principio parecía que tenía un proyecto político y después se fue desintegrando.

- Yo creo que Moyano pensó que podía ser un proyecto político. Se le fue desinflando pero quedó con un proyecto sindical muy fuerte. Moyano es lo que no se puede sustituir con La Cámpora. Expresa a los negros y no a los estudiantes. Moyano es el laburante en serio.

- ¿Qué significó Lorenzo Miguel y quién es el Lorenzo Miguel de hoy?

- Primero, yo siempre estuve en contra de Lorenzo Miguel. Nunca entendió nada. El que entendía era Vandor. Vandor es una conciencia del poder, y es una conciencia que quiere hacer el sindicalismo como laborismo. Para Vandor, los trabajadores son la cabeza del peronismo además de la columna vertebral. Lo que pasa es que Vandor termina cometiendo un error central que es jugar a favor de la dictadura, en contra de Perón. Y muere como muere, no lo mataron los "Montos". Un día hay que ver cómo mueren Kloosterman, Alonso, Vandor, Coria, un montón de dirigentes sindicales que mueren todos ellos en una situación de lucha interna del peronismo, anterior a la estructura de los "Montos". Para mí Lorenzo fue el que nunca entendió nada. En el Congreso del Cervantes cuando todos peleábamos por la fórmula Perón-Balbín, Lorenzo fue determinante para que fuera Isabel.

- Entonces ¿reivindica la división de la CGT?

- Yo reivindico la estructura sindical que pelea planteando posiciones. A los sindicalistas les pasa lo mismo que a los intelectuales, cuando dejan de perder el derecho al apoyo crítico dejan de existir.

- Ahora bien, ¿llenar una plaza por el mínimo no imponible no es poco heroico?

- Es que nada es heroico. El tema es la defensa de la dignidad. La defensa de la estructura. El lugar del sindicato está hoy entre la CGT de Moyano, camioneros y compañía, y la izquierda. Del otro lado están los que se van, los que son tan gordos que no corren, y un sindicalista que no corre lo agarran, lo agarra la oligarquía y lo lleva para adentro.

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- ¿Cómo operan los gobiernos democráticos con la dirigencia sindical? ¿Cómo fue con Menem a diferencia de Kirchner?

- Menem tuvo cosas muy duras, porque el menemismo tuvo la ruindad de ser una moda basada en la frivolidad. Entonces se llevó puesto a seres que eran mitos como Julio Guillán. Y la frivolidad, la María Julia, la venta de todo y el conflicto existencial de no hacerle huelga a un gobierno peronista. Llegamos a la pavada de "ramal que para, ramal que cierra". La amenaza era la destrucción cuando iban a destruir los ferrocarriles igual, porque destruían todo lo que era colectivo, lo que sería para la gente. A ningún país del mundo se le ocurrió destruir el ferrocarril.

- ¿Y el primer Kirchner?

- Lo acompañé mucho en su negociación con Moyano. Moyano no se quería acercar a Néstor porque lo veía con reticencia, porque tenía malos datos de Santa Cruz. En el primer acto que hacemos en el hotel Panamericano, ahí Moyano nos da un espaldarazo porque el sindicalismo no arrastra votos, pero le da una marca de peronismo como ninguna otra cosa. Moyano creo que hoy demuestra que está cabalgando la historia muy bien.

- Hay dirigentes que llevan más de treinta años en el poder. ¿Eso es democrático?

- El sindicalismo tiene dos temas que resolver en su seno. Uno la reelección indefinida. Y el segundo tema importante, es cómo hacer un sistema de salud. Cuando tenés que tener un sanatorio por sindicato te vas a encontrar con uno débil si el sindicato es débil y uno fuerte si el sindicato es fuerte. Y esto es injusto existencialmente. La Argentina tiene que empezar a construir estructuras que sean para el servicio de la gente y no para el servicio del enriquecimiento que producen las estructuras.

- ¿La relación de Kirchner con los dirigentes sindicales se cortó a partir de Cristina?

- No, no es así. Néstor llega a un punto del desarrollo de su poder que no soporta a pares sino a obedientes. Al Negro Moyano tampoco. Vos agarrás a un Cavalieri que son empresarios sindicalistas y arreglan siempre. Y Moyano no arregla siempre, la pelea. Lo que en la Argentina se perdió como riqueza conceptual es la dignidad y el Negro la expresa.

- ¿Para qué sirve un ministro de trabajo?

- Para lograr que los sindicatos tengan elecciones, que canalicen su riqueza más a la obra colectiva que individual y buscar un sistema de salud que le sirva a toda la sociedad. El ministro no es el que decide un número, es el que acerca posiciones. Hay dos necesidades, la del obrero y la del patrón. Y el ministro dice "señores aflojen un poco cada uno".

- ¿Quién fue el mejor ministro de trabajo que conoció?

- Tonelli, el de Alfonsín, un tipo brillante. Era un ministro de trabajo en la difícil.

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Kirchner es el único Presidente que nos reconoció como mujeres sujetas de derecho



¿Sólo mujeres?

Sí, solo mujeres. E incluye todos los rubros, porque el comercio sexual es muy amplio: las que trabajan en la vía pública, en departamentos privados, en bares, en whiskerías, en cabarets. Tenemos compañeras trans afiliadas, porque para nosotras son mujeres, y la organización es para mujeres.

¿Hay algún requisito para afiliarse?

Ser mayor de edad y ejercer el trabajo sexual de forma voluntaria. La misión nuestra es defender los derechos humanos y laborales de las mujeres mayores de edad y que se reconocen trabajadoras sexuales.

Con respecto a este gobierno, desde 2003, ¿qué ven a favor y qué ven en contra?

El único presidente que nos reconoció como mujeres trabajadoras sexuales e instó al estado a la regulación de nuestro trabajo y al acceso a derechos como obra social y jubilación, fue Néstor Kirchner. Es el único presidente que nos reconoció como mujeres sujetas de derecho. Y en contra, es que a partir de 2011 se llevaron adelante políticas antitrata cuyas legislaciones tienen carácter prohibicionista y apuntan a combatir el comercio sexual, desde la eliminación del rubro 59, los decretos provinciales que prohíben cabarets, whiskerías, casas de cita, bares y clubes nocturnos. En todas las mesas de discusión o en los ministerios, con esta postura abolicionista con respecto al trabajo sexual, sabemos que no van a ser escuchadas nuestras voces, que tenemos las puertas cerradas para debatir.

¿Cómo manejan el tema de la trata de personas?

Algunas legislaciones vigentes confunden trata de personas con trabajo sexual. Nosotras hacemos un fuerte trabajo comunicacional para diferenciar trata de personas, proxenetismo y trabajo sexual autónomo. Estamos en contra de la trata de personas, tanto que tenemos una compañera, dirigente en Rosario, que en 2004 por denunciar esto mismo fue asesinada y su crimen sigue impune. También queremos que la mirada sea un poco más amplia y que se vea que hay trata de personas no solamente en el trabajo sexual sino también en otros mercados, como los talleres textiles.

¿Conviven en algún momento con mujeres que están en contra de su voluntad?

No, y seríamos las primeras en denunciarlo. Sí podemos convivir, con las que trabajan en relación de dependencia, dejando un porcentaje, que no son víctimas de trata sino que deciden esto por la falta o a la ausencia del Estado. La organización no las defiende, pero sí las recibimos y las asesoramos. Una vez conocidos sus derechos, muchas logran desprenderse de la figura del proxenetismo, "cooperativizar" y comenzar a ejercer autónomamente, sin que nadie se quede con un porcentaje.

¿Qué reivindicaciones fueron ganando a lo largo de los años? ¿Qué buscan?

En los primeros años de la organización, la reivindicación pasaba por derogar los artículos contravencionales o los de falta, que todavía siguen vigentes en muchas provincias. Después, como toda organización que tiene un proceso de maduración, y ante los cambios políticos, a partir de 2011 la reivindicación es que se regule el trabajo sexual autónomo, tener acceso a derechos laborales, como la obra social, realizar aportes jubilatorios y poder sacar un préstamo o acceder a créditos.

¿Tienen paritarias?

No. Ni tendríamos, porque luchamos por el trabajo autónomo, no estamos a favor de la patronal y de la figura del empresario, nunca nos sentaríamos a discutir un mínimo con nadie. Una compañera de 19 años no puede cobrar lo mismo que una de 40, porque trabajamos con la imagen y sabemos que cuando pasan los años nuestro trabajo se va precarizando, vamos perdiendo demanda. Por eso, en el proyecto de ley hablamos de una jubilación anticipada a los 45 años y no a los 60 como se jubila la gran mayoría de mujeres.

¿Cuánto cobrás como dirigente?

No tenemos un salario; es una militancia activa, por eso sigo ejerciendo el trabajo sexual.

¿Entre ustedes hay algún acuerdo de precios?

No, eso depende de un montón de factores: de la zona de trabajo, por ejemplo. No es lo mismo lo que cobran las compañeras de Neuquén, una zona petrolera, que lo que pueden cobrar las del Chaco. Las zonas de trabajo tienen que ver con la cantidad de hoteles transitorios disponibles que nos dan a nosotras como una oferta no solamente en precios, en categoría o en nivel, sino que también eso se lo puedo ofrecer al cliente. Por eso hay mucho trabajo sexual en Flores porque está rodeado de hoteles transitorios, o Villa del Parque. En Constitución las compañeras paran y hacen su zona directamente en las puertas de los hoteles transitorios con los que deciden trabajar.

¿Buscan ser monotributistas?

Sí. Luchamos por el reconocimiento del trabajo sexual autónomo.

¿Todavía no sucede?

No, porque el sexual no está establecido como trabajo. Algunas compañeras ponen otra actividad, pero al tramitar el monotributo nos exigen un contrato de alquiler y muchas veces no tenemos; alquilamos de forma clandestina o en negro porque no tenemos un recibo de sueldo.

¿Cuántas horas se trabajan en una jornada?

Hay compañeras que trabajan tres veces por semana y los otros días trabajan como empleadas domésticas o niñeras, o los fines de semana en geriátricos. Otras trabajan de lunes a viernes, y establecen horarios por la mañana o de noche, de acuerdo a cómo arreglan el cuidado de los hijos. Y hay quienes trabajan únicamente con los clientes por teléfono y con días fijos.

¿Hay algún tipo de competencia con la imagen de la modelo que se quiere acercar a los políticos?

Ahí hay una diferencia de clase. El 86 % de nosotras somos mamás y jefas de hogar. Trabajamos para pagar el alquiler, para darle de comer a nuestros hijos como hace cualquier trabajador. Y tenemos problemáticas que quizás las que ejercen el trabajo sexual en lugares más vips no tienen. Nosotras sufrimos la violencia institucional, la falta de derechos, los allanamientos compulsivos, la persecución policial, el pago de coimas policiales.

¿Sigue existiendo la figura del "cafishio" o representante?

Existe la figura del proxeneta que es diferente a lo que el imaginario social piensa que es el 840 o el "cafishio" del que estamos enamoradas y nos manda a trabajar. El proxeneta es aquel hombre o mujer que tiene un departamento y que busca señoritas para que ejerzan el trabajo sexual. Las compañeras establecen un horario, 8, 9 o 10 horas por día, turno mañana, tarde o tarde noche, y dejan un porcentaje, a veces el 40, otras el 50 y a veces el 60 % de las ganancias. La asociación está en contra de la figura del proxeneta porque creemos que, si el Estado está presente a través de derechos y garantías y no a través de criminalización y persecución policial, vamos a poder ejercer el trabajo sexual libremente, autónomamente, sin que nadie, ni el empresario ni la policía, se quiera quedar con un porcentaje de nuestras ganancias.

¿Se llega al proxeneta por inseguridad?

Por inseguridad, por falta de protección, porque es complicado alquilar un departamento porque no tenemos garantía ni recibo de sueldo. Algunas inmobiliarias se aprovechan de esta situación y tenés que trabajar para pagar el alquiler y para pagarle a la policía que a las dos semanas que empezás aparece exigiendo su coima para dejarte tranquila. Frente a eso, a muchas les resulta más fácil trabajar bajo relación de dependencia.

¿La relación con la policía sigue siendo mala?

Sí y en el último tiempo empeoró. La policía es el órgano de aplicación de las leyes que se han creado para combatir la trata de personas. Tienen el poder de ingresar a nuestro domicilio particular para ver si hay situación de trata de personas, pero ese ingreso es violento, los allanamientos son compulsivos, algunos sin orden judicial y se roban el dinero recaudado y las cosas. A veces se clausura el domicilio y las compañeras quedan en la calle. Eso antes no pasaba. Y no sólo la policía, porque también ingresan los de la Oficina de Derechos Humanos del Gobierno de la Ciudad, la Agencia Gubernamental de Control, la Oficina de Rescate a las Víctimas.

¿Cómo manejan el tema del abuso y el acoso que en la calle se supone que es peor por parte de los transeúntes?

La violencia que sufrimos es institucional. Nos sentimos más contenidas y amparadas por los vecinos o por los clientes mismos. Es una construcción social de la trabajadora sexual, que la ubica en el lugar de pobre víctima y no se la ve como la mujer sujeta de derechos, que decide ejercer el trabajo sexual por voluntad propia.

Claro, la construcción empieza con la premisa de que si ustedes pudieran hacer otra cosa lo harían.

Hay siempre otras opciones, como el empleo doméstico, ser operarias, repositoras de supermercados, cajeras, niñeras. Y de hecho ejercimos todos esos trabajos antes de ser trabajadoras sexuales. Lo que pasa es que nos sentimos mucho más explotadas en esos mercados laborales donde la mujer siempre termina ganando mucho menos que el hombre. La autonomía que ganamos nos permite trabajar y cumplir el rol maternal. Y además nos permite darles mejor calidad de vida a nuestros hijos y pagar el alquiler que siempre nos cuesta mucho más que a cualquier otro trabajador de otro rubro.

¿Es cierto el mito de que no besan en la boca?

Es un mito. Si el cliente te quiere pagar más porque quiere eso nosotras accedemos, siempre y cuando pague más.

¿Cargan con un estigma social?

Sí. Nos cuesta mucho que las compañeras participen en actividades o den la cara por miedo al qué dirán y a que las discriminen.

¿Sigue pasando que el entorno no sabe de qué trabajan?

Sí, eso sí.

¿Alguna vez un cliente se enamoró de vos o te propuso casamiento?

Una vez recibí una propuesta de un cliente español que cobraba una jubilación de allá. Tenía 78 años, y me propuso casamiento para que si le sucedía algo ese dinero me correspondiera a mí. Lo pensé, analicé y consulté con las compañeras y mi decisión fue negativa. Aunque sigue siendo cliente mío.

¿Cómo es tu vida sentimental?

En este momento estoy soltera. Tengo un hijo de 7 años. Estuve en pareja, ahora no, porque creo que cuando una mujer comienza a ser autónoma, toma sus propias decisiones, establece sus propias reglas, y se corre del estereotipo que la sociedad vuelca culturalmente el rol de la mujer, se torna muy difícil sostener una pareja.


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