Con miras a Río 2016, el boxeo argentino clasificó a 6 púgiles en el Pre-Mundial de Venezuela para el Mundial de Qatar, en donde sólo los dos primeros irán a los JJOO. Pero quedó afuera su estrella, Alberto Melián. ¿Buena o mala performance? ¿Tienen chances en un Mundial, habiendo clasificado 5º en América?
No hubo críticas ni elogios. Sí cierta indiferencia expectante, prudencial. Como si nadie se atreviera a deslizar una opinión.


El último finde terminó el Pre-Mundial de Boxeo Amateur por la zona americana en Vargas, Venezuela, clasificatorio al Mundial de Doha, Qatar, a realizarse entre el 5 y 18 de octubre, que a su vez será clasificatorio a los JJOO de Río 2016, para el cual entrarán los dos mejores de cada categoría.

Y Argentina, que fue con equipo completo (10 púgiles) de nivel "A", clasificó a 6 boxeadores que entraban hasta el 5º puesto, a saber: Leandro Blanc, 49 kg (5º); Fernando Martínez, 52 kg (5º); Ronan Sánchez, 64 kg (5º); Alberto Palmetta, 69 kg (Plata); Marcos Escudero, 81 kg (Bronce) y Yamil Peralta, 91 kg (Plata).

Curiosamente, el candidato de fierro, nuestro 56 kg, el cordobés Alberto Melián, quedó afuera por perder en 1º ronda contra el conocido brasileño Robenilson Vieira de Jesús, quien compite con él en la APB de la AIBA, el torneo profesional de la entidad, aunque cabe aclarar que los Mundiales, Pre-Mundiales y JJOO se disputan en modalidad AOB, el tradicional sistema amateur, a 3 rounds de 3 minutos.

¿Buen resultado, mal resultado, esparable, neutro? ¿Cuál es el análisis?

Según el profe Fabián Escalada, uno de los DT de la delegación junto con Fabricio Nieva, puertas para afuera se esperaban 4 plazas. Y él, íntimamente, esperaba 6, aunque no exactamente esos nombres –incluía a Melián-.

Pero para tener un parámetro, baste con decir que Argentina fue el 3º país en cantidad de clasificados en toda América, detrás de Cuba, que metió los 10, y el local Venezuela, que se anotó con 8, varios de ellos gracias a fallos localistas, según informes.

Argentina estuvo adelante de países como México (5), Brasil (4) y USA (4), cuyos presupuestos anuales -en especial los de Brasil y México-, son de 5 palos verdes, muy superiores al nuestro, que cubre lo elemental.

Según ese análisis comparativo, con menos recursos, nuestro boxeo hizo más. Y la performance fue descollante.

Gran parte del mérito tiene la inversión hecha en los torneos WSB de AIBA (Los Cóndores), pese a los malos resultados, ya que de allí salieron Escudero, Palmetta y Ronan Sánchez. Los otros tres (Yamil, Blanc y Fernando Martínez) que también estuvieron en la WSB, ahora pertenecen a la APB. Todos tienen roce internacional.

De los 4 que quedaron afuera, salvo Melián, Kevin Espíndola, +91 kg, Brian Núñez, 60 kg y Christian Zárate, 75 kg, dos no tenían experiencia (Espíndola y Zárate) y el restante, Núñez, es uno de los puntos flojos en la WSB.

¿Qué hubiera pasado de no haberse intervenido en esos torneos de tanta fuerza internacional? ¿Y qué hubiese pasado si Argentina hubiese acudido a los Panamericanos de Toronto con el equipo A?

Pero hay otro análisis.

Palmetta repitió –y hasta mejoró- su buena actuación en Toronto, donde fue el único medallista masculino (Bronce), ya que aquí, en un nivel teóricamente más fuerte, fue plata.

Y no solo eso. Con todo el estadio en contra, tuvo el mérito de dejar afuera al ídolo local y máximo referente continental de los 69 kg -junto al cubano Roniel Iglesias-: el venezolano Gabriel Maestre, cuya pica con Iglesias excede los rings al punto de que casi se van a las manos en la premiación, donde Palmetta también soportó toda clase de insultos en medio de un hervidero, por desplazar al ídolo e impedir una final esperadísima ante Iglesias.

Peralta, el otro que ganó Plata, cumplió con sus antecedentes históricos de líder en los 91 kg.

Y sorprendió el Bronce de Marcos Escudero, por encima de las expectativas previas, pero púgil en franco y constante progreso.

El resto entró 5º en el área sudamericana, lo cual supone que en un Mundial, cuando se agreguen todos los "rusos", ni figurarán.

Bajo ese análisis, sus participaciones no alienta demasiadas esperanzas desde la lógica, habida cuenta de que para entrar a los JJOO, deberán llegar a la final. Se ve difícil.

Y los tres medallistas incluso tendrán que repetir o mejorar su actuación afrontando niveles más fuertes, como para aspirar a un lugar en Río.

¿Pero es tan matemático el análisis?

Veamos.

Yamil, que no da pie con bola en la APB, en la AOB ratificó su supremacía, demostrando nuevamente que, al revés de lo que se suponía, funciona mejor como amateur que como profesional.

Inverso es el caso de Melián, quien descolla en la APB (profesional), y fracasa en la AOB (amateur). Es el segundo torneo en esta modalidad en el que queda afuera en 1ª rueda, mientras que en la APB marca punta y estuvo al borde de entrar directo a Río.

Asimismo, por ejemplo, en 69 kg, Maestre venció al cubano Iglesias en Toronto y fue Oro (dicen que injustamente y que de allí viene la pica), pero en Vargas, Palmetta –que perdió las dos veces contra Iglesias- venció al venezolano más claramente de lo que lo había hecho el cubano en Toronto, triunfo que le negaron en las tarjetas. Y como ésos hay muchos ejemplos donde se invierten resultados, varían los niveles contradictoriamente, e incluso influye el sorteo.

Sin ir más lejos, Marcos Escudero que ni figuró en Toronto, en Venezuela ganó su pelea por KO (el único del torneo), trajo Bronce y no pudo seguir por una lesión en su mano izquierda que lo obligó a retirarse.

Y los finalistas de los 52 kg en Vargas, en Toronto ni habían arrimado. ¿Por qué tanta ambigüedad?

El profe Escalada lo explica: "en torneos tan competitivos como éstos, cuando están tan próximos unos de otros, es imposible llegar con los púgiles en su pico de rendimiento, o mantenerse. Todo queda supeditado a cuál apuntó cada uno. Se necesitan como mínimo 4 meses de separación para volver al pico, permitiendo su descanso y nueva puesta a punto. Pero el calendario AIBA es así, está pésimamente mal armado, sin noción sobre estas cuestiones".

Lo que preocupa es Melián, el líder. El mejor amateur y Firpo de Oro 2014 por su performance destacada el año pasado, que no obstante tendrá dos chances más para llegar a Río, junto con todos quienes no se clasifiquen en Doha: un preolímpico en Bs As, y un repechaje entre los mejores clasificados de la APB y la WSB, donde hay varios argentinos.

¿Pero qué le pasa a Melián?

El tema central es que estas competencias son a 3 vueltas, y a él le cuesta pasar del régimen APB al que está adaptado, de 6 y 8, al de 3 de la AOB.

Es un problema personal, porque Yamil, Blanc y Fernando Martínez se adaptaron a la perfección, aunque no rinden como él en la APB.

Sin embargo, el brasileño Robenilson que le ganó ahora, en la APB siempre hizo buen papel, aunque no se enfrentaron bajo aquellas reglas. Tal vez hubiese perdido ante Melián, pero no se sabe. Sí consta que en la AOB es la 3ª vez que le gana.

Independientemente de eso, es evidente que el cordobés está sufriendo un bajón, y su principal crisis es de identidad. No sabe si atacar o defender, si buscar o esperar, y parece salir siempre sin guión previo, ya sea por su culpa o la del rincón. Eso influye en su motivación, y el peligro es que se traslade a lo físico.

La cuestión es que Melián fracasó en ambos sistemas. Por eso urge comenzar desde ahora a apuntar al repechaje o al preolímpico, mentalizándose en los 3 rounds. Ya una vez, para Sydney 2000, el propio Miguel Cotto y el Gran Omar Narvaes, necesitaron del último repechaje, el 3º preolímpico en la FAB para clasificarse.

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