Tottenham había ofrecido 25 millones de euros por su pase durante este mercado, pero no prosperó: los galos querían más. Y sí: Martial es un atacante rápido, veloz, desequilibrante en el uno contra uno, fundamental para romper líneas en los partidos donde los rivales esperan cerca del área. Justamente por todas esas características, Laurent Blanc lo convocó a la selección mayor por primera vez para esta fecha FIFA.
En Monaco creció con grandes delanteros. Aprendió de Radamel Falcao, miró a Dimitar Berbatov. Pero a fuerza de sus buenos rendimientos en los entrenamientos se ganó su lugar como titular la temporada pasada: metió nueve goles en 35 partidos, 19 como titular. Uno de ellos, interesante: con la defensa del Lens cerca de la mitad de cancha, se movió bien, evitó el offside y definió con una sutileza ante la salida del arquero.
Louis van Gaal apostó. Le marcó el terreno a los dueños del club: con semejante suma de dinero por un juvenil, demostró que tiene un proyecto a largo plazo, más allá de una temporada u otra. Martial dará frutos con el paso del tiempo, a medida que se acostumbre a un gigante mundial como el Manchester United. Tiene las condiciones que demandan el fútbol de hoy, que lo cotizó todavía más alto que a Zinedine Zidane, uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol francés.