Los presuntos enfrentamientos entre sectores de la barra y aquellos informes policiales negativos, más las deficiencias estructurales, derivaron en que el estadio Osvaldo Capocassa se mantenga cerrado desde hace dos años. Un tiempo en el que el elenco blanquinegro tuvo que peregrinar por distintos escenarios, hasta conseguir que, últimamente, lo haga en la cancha de El Porvenir, siempre a puertas cerradas.
Tras los últimos acontecimientos de crisis interna, con el presidente Claudio Caballero enfrentado con un grupo de futbolistas y de hinchas, se arribó a un principio de solución, pero la posibilidad del retorno a casa, quedaría para luego de la normalización institucional, cuando se elijan las nuevas autoridades, recién para el 2016.
En concreto, los jugadores que habían sido separados del plantel se reintegraron a las prácticas, tales los casos del otrora capitán Matías Cejas, Daniel Carballo, Cristian Alarcón y Joan Guerra. Al mismo tiempo, que varios socios, nucleados en la agrupación Rodrigo Lencina, apuntan a presentarse en las próximas elecciones, una vez que se las convoque a la Asamblea General Extraordinaria, cuando finalice el período de 120 días de intervención, a cargo de Caballero.
En lo futbolístico, tras el batacazo que se dio, al derrotar a Liniers de visitante, los dirigidos por la dupla Javier Silva Gimenez-Juan Zicarelli cayeron de manera ajustada ante Atlas por 1 a 0 y ahora van por otro golpe. Este sábado, a las 12, con el arbitraje de Juan Pafundi y en la cancha de Sportivo Italiano, visitan al puntero Sportivo Barracas. Para ese encuentro, reaparece el volante ofensivo Matías Daniel Rial, quien cumplió la suspensión e iría en lugar de Nahuel Gómez y otro que purgó la sanción de dos fechas es el defensor Fernando Ezequiel García.