A dos meses de realizado poir un cura en una escuela de Entre Ríos, sigue instalado en la comunidad el episodio en el que hubo un combate contra el demonio

La polémica desatada en torno a un supuesto exorcismo practicado por un sacerdote a un chico de edad escolar en un establecimiento educativo de Crespo, en Entre Ríos, continúa instalada en la comunidad del lugar fogoneada por quienes consideran el episodio como la resultante de un trastorno neurológico del chico y los que sostienen que, efectivamente, se trató de un combate contra el demonio.

El episodio tuvo lugar hace casi dos meses en la escuela primaria número 54 "Tomás Guido" de la mencionada localidad entrerriana, cuando un anciano sacerdote fue convocado por las autoridades del establecimiento para que colaborara frente a un cuadro impresionante: uno de los alumnos se revolcaba en el piso como si estuviera poseído.

El religioso, el padre Juan Frank, de 88 años y cura de la parroquia de San José se apersonó en la escuela y enfrentó la situación en lo que para muchos fue sin más, un exorcismo.

Si bien el padre Frank le bajó decibeles a su intervención, compañeros del alumno señalaron que el chico de esta historia, de unos 12 años, acostumbraba a jugar con sus pares a una variante del temible "juego de la copa", denominado "Charlie-Charlie".

"Se arrastraba por el piso"

Según el padre Frank, que hizo hincapié en que fue la propia directora de la escuela quien lo llamó de urgencia frente al problema desencadenado, su proceder no fue un exorcismo sino que rezó "una oración de liberación" y que bañó totalmente al chico en agua bendita.

"Para llevar a cabo un exorcismo hay que tener autorización de las autoridades religiosas y ser consciente que una sola persona no puede, sino que requiere de la asistencia de varias más", indicó el sacerdote.

Al recordar su intervención, el padre Frank señaló que "cuando llegué a la escuela estaban en el recreo y el chico se arrastraba por el piso, caminaba en sobre sus brazos y piernas y decía que quería subir al techo. Estaba muy raro y se puso más nervioso cuando empecé a bañarlo con agua bendita".

Finalmente el chico recobró la calma y se fue del colegio caminando con su madre, quien había asistido llorando a todo el procedimiento de Frank, el cual generó la contundente reacción de las autoridades locales.

El supervisor de Escuelas de Jóvenes y Adultos del Departamento Paraná, al que pertenece Crespo, Roque Santana, calificó el supuesto exorcismo como "una animalada de la Edad Media que atenta contra la laicidad y la salud mental del chico".

¿Pero qué fue?

El Arzobispado de Paraná también tomo distancia del hecho al plantear que lo que realizó el padre Frank "fue una bendición y no un exorcismo" que para que se lleve a cabo, aclaró, debe contar con la autorización del obispo y un estudio de la persona.

De acuerdo a lo que se supo después, el niño en cuestión sufre una enfermedad neurológica de la que está en tratamiento. Sin embargo, el hecho de haber asociado su cuadro al diabólico juego "De los lápices" como también se denomina al Charlie-Charlie, divide a Crespo entre los críticos de acción de Frank y quienes aseveran que el sacerdote liberó al chico del demonio.

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