Hungría completó el muro anti-migrantes en la frontera con Serbia que construyó en tiempo record el premier, Viktor Orban, y a partir de anoche entrará en vigor las nuevas y draconianas leyes que imponen el arresto de quienes ingresen "ilegalmente" al país
Con estas nuevas medidas, los refugiados se verán impedidos de encontrar asilo en otros países, ya que también Alemania decidió el pasado domingo, al igual que Austria, Eslovaquia y Holanda, suspender el Tratado de Schengen, que garantizaba desde 1995 la libre circulación de las personas entre los Estados miembros de la UE
Los tres países decidieron suspender en forma "temporánea" los beneficios de Schengen y restablecer los controles de sus fronteras. Mientas tanto, Francia amenaza con adoptar medidas de control fronterizo similares en sus confines con Italia
Las medidas de control fronterizo "ya han sido reguladas", anunció el ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve, especificando que los controles en los pasos aduaneros con Italia se adoptarán "si se repite la misma situación que la de hace unas semanas'. Cazeneuve hizo clara referencia a la crisis de julio, con los inmigrantes acampando en los acantilados de Ventimiglia. Y fue claro también en la advertencia: el sistema de fronteras abierto, ha explicado el ministro, funciona si hay confianza y medidas compartidas de responsabilidad
Así también su colega alemán, Thomas de Maiziere, ha reclamado que la UE decida reforzar las fronteras externas y que se instrumenten rápidamente los "hotspot" en Italia, Grecia y Hungría para registrar a los migrantes y devolver a los que no tengan derecho a reclamar asilo y redistribuir a los que fugan de zonas de guerra
Pocas horas después, siempre en Bruselas, se conoció la respuesta del ministro del Interior italiano, Angelino Alfano: "Hacemos de todo para que las cosas funcionen, pero no es cerrando las fronteras que los problemas se resuelven".