La bronca con el jugador que mide 1.65 m tiene una explicación, dentro de todo, "lógica" para los hinchas. Valbuena fue ídolo en Marsella. Optó por irse el año pasado al Dínamo de Moscú, a cambio de una fortuna. A los seis meses, decidió volver. Pero no eligió regresar a su viejo club, sino que optó por firmar con Lyon, acérrimo rival. Todo eso desató la ira de la hinchada que, quedó evidenciado, no pueden verlo.
Toda la noche fue un infierno para Valbuena. La hinchada, que en la semana protagonizó destrozos en Bélgica, le arrojaron bengalas, botellas. El árbitro suspendió el partido en varias oportunidades porque el jugador no podía ir a tirar los córners, y el arquero visitante fue lastimado con un objeto que cayó desde la tribuna. Incluso sus ex compañeros lo maltrataron: Alessandrini, en el minuto 43, le pegó una patada que le costó la roja.
Al final, en la cancha, empataron 1-1.
comentar