Apenas encontrado el cuerpo de Evelyn Herrera, de 17 años, el Superintendente de La Plata, Berisso y Ensenada, comisario Francisco Rupnik, sostuvo que, a partir de un primer informe pericial, "llevaba muerta unas dos semanas, desde el día que desapareció". Y frente a la consulta de un fracaso de los operativos de búsqueda, respondió que "el cuerpo no se encontró, porque estaba en una zona inhóspita y alejada 200 metros para adentro", aunque ese cañaveral, cercano al río, está ubicado a pocas cuadras de la Escuela Media Nº 1 de Berisso, en la que cursaba al secundario y a la que se dirigió, cuando salió de su casa del barrio Villa Paula, en horas de la mañana del último 18 de setiembre.
Según el jefe policial, el cadáver "no despidió olor nauseabundo por la humedad del lugar", al mismo tiempo que sobre las lesiones que presentaba, sobre todo en el rostro, las atribuyó "al accionar de alimañas". Además, manifestó que "todo parece indicar que tomó algo, algún veneno, que se va a determinar con el análisis de las vísceras, durante la autopsia", aunque el resultado toxicológico demoraría algunos días más.
Aún conmocionada, María de los Angeles Bernal, madre de Evelyn, no acepta la posibilidad de un suicidio y continúa sospechando del chico en cuya casa fue hallado el teléfono celular de su hija. En tal sentido, los investigadores expresaron que "se trata de un pibe que fue amigovio y el último que la vio con vida. No tenemos más que eso", en relación a que ya fue convocado a declarar.
De todas maneras, la familia adelantó: "Esto no va a quedar así. No nos cierra la versión policial del suicidio, vamos a pedir que investigue bien que pasó, por qué y quién la mató. Sólo queremos que se haga justicia
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