Una nota en el Diario Crónica de Paraguay lo hizo saltar a la fama: Bernardino Cabrera (41 años) es el subjefe de destacamento más bajo del país guaraní y, según explicó el medio, el más bajo del mundo.
Consultado acerca de los motivos que lo llevaron a emprender el riesgoso camino de la seguridad nacional, el subjefe de 1.30 metro afirmó: "Desde pequeñito les tengo un amor impresionante a los uniformados, mi meta era ser uniformado, ya sea policía, militar o lo que fuera. Me recibí de suboficial de policía y estoy ya en el penúltimo ascenso".
El "policía petiso" ingresó a la fuerza en 1993 para realizar tareas administrativas. Su vocación de servicio y su actitud proactiva hicieron que rápidamente lograra el primer ascenso a destacamento. Contrariamente a lo que ocurre con su estatura, Bernardino no paró de crecer en su carrera.
En 2011 fue promovido a subjefe de destacamento y asignado al orden público en el Destacamento N. º 2 de Alfonso Tranquera. Bernardino confía en que en los próximos años conseguirá su último ascenso antes de la merecida jubilación.
La Comisario de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, Elisa Ledesma, no se guardó elogios a la hora de hablar de Cabrera: "Siempre fue muy eficiente y muy disciplinado por sobre todas las cosas. Cuando fue incorporado, él demostró tener actitud y, lo más importante, demostró que tiene la vocación, visión y misión del Departamento policial. Él forma parte del grupo de policías honestos y trabajadores"."Mi estatura nunca fue una barrera ni un impedimento para poder perseguir y atrapar a los maleantes, sean grandes o robustos. Muchas veces les trato con mucha educación, algunos comprenden eso, pero otros no, y ahí si se porta un poco riguroso utilizo un poco la fuerza", detalló Cabrera su habitual accionar ante situaciones de detenciones.
Pese a su capacidad la adaptación no le fue fácil: "Algunos me discriminaban, hay gente que me decían cosas por mi estatura. Digamos gente maleducada que no sabe interpretar. Mayormente son los que están con rencor hacia mí por cuestiones de mi trabajo. Pero así como hay gente mala, hay mucha gente también que me aplaude".
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