Mientras la tensión pasa a nivel nacional por la definición del
balotaje que defina al sucesor de Cristina Fernández, el propio
Mauricio Macri se tomó su tiempo para definir su apoyo a Tinelli por sobre Segura e, incluso, le indicó a
Daniel Angelici, presidente de Boca y hombre muy cercano al candidato del PRO, que el apoyo a Segura
no representa el cambio que se espera en AFA.
Pero no se agota allí: en el mismo día el presidente de River,
Rodolfo D'Onofrio, hizo público el apoyo al empresario televisivo sumando un pilar fundamental del fútbol argentino a su lista de adherentes. El titular del Millonario ya jugaba para Tinelli, pero es la primera vez que hace oficial el papel que juega en estas elecciones. "Acordamos un proyecto y comenzamos a delinear un equipo para hacer el cambio en la AFA",
anunció en su cuenta de Twitter el hombre fuerte de La Banda.
El núcleo duro de Tinelli calcula que en menos de 20 días el candidato podrá
sacarse una foto con 52 asambleístas, dejando un cupo apenas 23 para Segura y votos en blanco o indecisos. Con 38 votos se consigue la victoria en primera vuelta y por eso creen que el retrato
obligará al actual presidente de AFA a mostrar la bandera blanca.
El plan está trazado: el 15 de noviembre es la fecha apuntada para sacarse la foto y el lugar elegido no es para
nada inocente ya que la idea es mostrarse en el predio de Ezeiza, desde este año bautizado Julio Humberto Grondona.
En ese contexto, en el grupo de Tinelli se enfrentan dos posturas. La más radical es
no darle lugar en el próximo gobierno y que los vencidos muerdan el polvo, aún renunciando a la contienda. La otra, más mesurada, es dejar que los "derrotados" disfracen de "unidad" el asunto y accedan a algunos puestos en el Comité Ejecutivo. "Marcelo, de todos modos, se va a centrar en su gente de confianza, no en quien pueda ostentar -incluso- una vicepresidencia si es que la quieren", explican la jugada.
Del otro lado, la cuestión no es muy distinta. Hacen cuentas muy parecidas en su favor e invitan a Tinelli a sumarse al proyecto. Saben que el empresario televisivo no se someterá a una derrota -por una cuestión de ego, principalmente- y le ofrecen un gobierno de unidad para "evitarle" morder el polvo. Hasta el 3 de diciembre,
la guerra psicológica parece ser el camino.
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