La popular aplicación de mensajería avisó en las últimas horas que renunciaba a cobrarles a sus usuarios el abono de un dólar al año, aunque en la práctica no era más que figurativo. Al negarse a financiarse con publicidad, el origen de los fondos que la sustentan se generará de un nuevo canal de comunicaciones. Los detalles en esta nota

El servicio de mensajería WhatsApp anunció que dejará de cobrar su abono de un dólar por año -que prácticamente no se pagaba y era sólo figurativo- a partir de los beneficios derivados de su compra por parte del gigante de las redes sociales Facebook.

Si bien la operación le permitió a la popular aplicación acceder a la infraestructura de la mayor red social del mundo e implementar por ejemplo la opción de mantener conversaciones de voz, sus especialistas se encuentran perfeccionando un nuevo canal de comunicaciones.

"La compra nos permitió concentrarnos en crecer y no pensar más en ganar dinero", explicó Jan Koum, cofundador de WhatsApp, durante la conferencia de Internet DLD que se celebra en Múnich, detalla un cable de DPA.

Cabe destacar que en cada oportunidad en la que se debía renovar la licencia de la app, los usuarios recibían un mensaje donde se les advertía que se les cobraría un dólar al año para que puedan continuar usándola.

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Koum afirmó que el próximo paso de WhatsApp será avanzar en la comunicación entre empresas y particulares, y aclaró que la compañía quiere mantener su independencia, por lo que el desarrollo de software sigue produciéndose en su propia plataforma.

"La gente podría preguntarse cómo vamos a mantener WhatsApp funcionando sin el pago de suscripciones y si eso significa que estamos introduciendo publicidad de terceros. La respuesta es no. Este año empezaremos a probar herramientas que te permitan usar WhatsApp para comunicarte con negocios y organizaciones con las que quieres estar en contacto. Esto podría significar poder comunicarte con tu banco acerca de transferencia que fue fraudulenta o con una aerolínea porque tu vuelo ha sido retrasado"

Los especialistas de la aplicación están realizando pruebas para que restaurantes, aerolíneas y compañías de tarjetas de crédito paguen para contactar a los consumidores. "Un banco podría avisarte si una operación es fraudulenta, o una aerolínea un vuelo demorado, por ejemplo", sentenció el desarrollador.

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