En la mañana del lunes, todas las agrupaciones opositoras se reunieron con Ricobelli. Le pidieron, por sobre todas las cosas, solucionar el problema institucional y superar la crisis con una salida elegante: adelantar a junio las elecciones programadas para diciembre. Acorralado, sin margen de error ni logros sobre los que refugiarse, el sucesor de Lorente aceptó.
Pero ese no es el único problema. Mientras el equipo está en un pozo futbolístico, sin respuestas ni atisbos de soluciones, hay un vacío en el banco de suplentes. Bernardi se bajó del barco: será recordado como el ídolo adentro de la cancha que no reprodujo su aura como técnico. En el naufragio, los directivos buscan un entrenador.
Hay candidatos. Está el utópico, el de siempre: Marcelo Bielsa. Elegirá, como en las últimas veces, quedarse en el poster. Jorge Sampaoli, desde que dejó Chile, parece más alcanzable, pero no es fácil. Lo buscan de Qatar, con petrodólares y un particular desafío deportivo: dirigir a la selección hasta el Mundial de 2022, a realizarse en el país árabe.
Mientras, el miércoles a las 17:10, cuando Newell's a Racing en el Parque Independencia, podría ser Carlos Picerni, el coordinador de las Inferiores, quien dirija al equipo.
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