Como sucede generalmente con cada derrota ante su clásico rival, la cosa se puso tensa en una parte de Rosario. En Newell's hay un clima complejo y ya empezaron los coletazos. Mientras los dirigentes están en la búsqueda del sucesor de Bernardi, los referentes de las agrupaciones opositoras fueron los encargados de anunciar el adelantamiento de las elecciones luego de una reunión convocada por la actual dirigencia. La misma fue aceptada y el acto eleccionario sería para la primera quincena de junio, según el preacuerdo entre las diferentes listas.
En lo que respecta a lo estrictamente deportivo y luego de una nueva derrota en el clásico con Central, el plantel trabajó en horario matutino en el complejo de Ricardone, donde los jugadores quedaron concentrados porque mañana estarán recibiendo a Racing por la tercera fecha.
Lo hicieron con custodia policial por precaución. El entrenamiento lo dirigió Carlos Picerni, actual coordinador de inferiores, pero no será el técnico interino. Ya lo había hecho luego del alejamiento de Américo Gallego, en la caída por 4 a 0 contra Boca en el Bombonera el año pasado. El designado es Juan Pablo Vojvoda, actual conductor de la reserva.
Mientras, Roberto Sensini, el director deportivo, trabaja en el sustituto de Bernardi. Primero se mencionó a Jorge Sampaoli, luego a Fernando Gamboa, actualmente en Chacarita, y también había surgido el de Gabriel Milito, pero él mismo ya se encargó de bajarse.
Escraches e incidentesLa del domingo fue una noche bien movida. Un grupo importante de simpatizantes y socios de Newell's se acercaron a pedir explicaciones en el estadio Marcelo Bielsa. Allí se encontraron con 50 policías que custodiaban el predio por precaución y en un momento los ánimos se caldearon. Los uniformados debieron dispersar con balas de gomas para que las personas terminen alejándose.
Además, otros 60 agentes se habían dirigido hacia la residencia particular del presidente en ejercicio Jorge Ricobelli, porque un centenar de hinchas fueron hasta su casa. El resultado fue similar, ante la exaltación de la gente, la policía, dotados de escudos, actuó en forma disuasiva.
El clima en Newell's es muy convulsionado, por eso, desde el Ministerio de Seguridad de la provincia, a cargo de Maximiliano Pullaro, y el jefe de la Unidad Regional II de Policía, con destacamento en Rosario, Marcelo Villanúa, decidieron custodiar por prevención lugares estratégicos del mundo leproso.
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